Golpe al corazón de la Internet oscura: intervienen más de 2.000 ordenadores en un antiguo búnker de la OTAN

Juan Carlos Barrena COLPISA / BERLÍN

SOCIEDAD

La policía alemana desmantela un gran centro de servidores que facilitaban operaciones clandestinas desde el pequeño pueblo de Traben-Trabach

28 sep 2019 . Actualizado a las 17:33 h.

 Seguramente era una de las piezas clave de la Red oscura en todo el mundo. Pero ha sido desmantelada. La Policía alemana ha conseguido intervenir un gran centro de servidores de la darknet, la zona oculta y criminal de Internet en la que se realizan operaciones clandestinas como tráfico de drogas y armas, y hasta la contratación de sicarios asesinos. El centro operativo se encontraba oculto en un antiguo búnker de la Alianza Atlántica abandonado al término de la Guerra Fría y situado en la pequeña localidad palatina de Traben-Trabach, en el occidente del país.

Más de 650 policías, entre ellos varias unidades de agentes especiales, participaron en la redada llevada a cabo en varios países y localidades simultáneamente, durante la que se produjeron siete detenciones, según informó este viernes el fiscal encargado del caso, Jügen Brauer. Es la primera vez que se localiza en Alemania un llamado Bulletproof Hoster, una gran concentración de servidores clandestinos que ofrece a organizaciones criminales la posibilidad de operar de manera virtual con las máximas garantías de seguridad y fuera del alcance de las fuerzas del orden.

Hasta ahora los investigadores han intervenido 200, pero calculan que el total oculto en el ciberbúnker clandestino supera los 2.000 servidores. La cantidad de datos que acumulan es «gigantesca», dijo el presidente de la Oficina de Investigación Criminal (LKA) de Renania-Palatinado, Johannes Kurz, quien comentó que la operación policial había comenzado a prepararse en mayo pasado. Aunque los detenidos son siete, en total son trece los sospechosos, doce hombres y una mujer de entre 20 y 59 años, acusados de colaboración en cientos de miles de casos de tráfico de drogas y armas a gran escala, negocios con dinero falso, comercio con datos robados y difusión de pornografía infantil, entre otros muchos delitos, informó la Fiscalía. También se les acusa del ataque sufrido en el 2016 por 1,25 millones de router de clientes de la compañía telefónica alemana Telekom. 

A través de los servidores ocultos en el ciberbúnker operaba el segundo mayor mercado ilegal y criminal de la darknet en el mundo, el llamado Wall Street Market, una plataforma que fue reventada también por la Policía alemana la pasada primavera y sus tres operadores detenidos. Más de 5.400 vendedores ofrecían a 1,1 millones de clientes a través de ella armas o drogas, servicios criminales, datos robados o software dañino, entre otros muchos productos «invendibles» en mercados legales. Los pagos se hacían mediante criptomonedas y los gestores de la plataforma se embolsaban comisiones de entre el 2 % y el 6 % del producto vendido.

El jefe del grupo de cibercriminales es el mayor de todos los detenidos, un ciudadano holandés que había trasladado oficialmente su residencia a Singapur, pero que habitualmente habitaba el búnker y una casa de la región. Durante la operación los agentes ejecutaron 18 órdenes de registro, también en países vecinos como Polonia, Holanda y Luxemburgo. El volumen de datos sobre operaciones criminales e ilegales acumulados por los servidores incautados es tan enorme que se necesitarán meses y posiblemente años para poder analizarlo.

El presidente de la LKA subrayó que las investigaciones sobre el caso se iniciaron en  el 2015 y que durante estos años se ha trabajado estrechamente con las policías de los Estados federados de Hesse y Baviera, pero también de Holanda. «Hemos necesitado un largo aliento», dijo Kurz, quien se mostró muy satisfecho con el éxito del operativo. «Es la primera vez en Alemania que no se actúa contra los gestores de tiendas o plataformas clandestinas, sino contra quienes posibilitan que se cometan sus delitos», explicó el fiscal Brauer. A través de los servidores operaban plataformas ilegales como Cannabis Road, con 87 vendedores de todo tipo de estupefacientes, u otras más sofisticadas y especializadas en drogas sintéticas.