La creadora María Arceo denuncia en la Cidade da Cultura la invasión de este material en las costas y los fondos marinos de Galicia
06 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«Va a ser difícil que te olvides del impacto que tienen los plásticos en el mar». La advertencia se cumple y lo será para todos los que visiten la intervención de la artista compostelana María Arceo en las Torres Hejduk de la Cidade da Cultura hasta el 18 de agosto. La creadora afincada en Londres usó material plástico recogido en mayo en las costas gallegas y en el río Sar. «Quiero abrir los ojos a la gente porque no es visible lo grande que es el problema que genera, porque se esconde, se entierra... Es un material que tiene una capacidad de mimetizarse con el medio ambiente que es una pasada», asegura.
La intervención Plástico a mareas fue inaugurada ayer por el director xeral de Políticas Culturais, Anxo Lorenzo, coincidiendo con el Día Internacional del Medio Ambiente y cuenta con el patrocinio de Viaqua. Arceo construye el relato entre las dos Torres Hejduk. En una recreó el fondo marino. Empleó como uno de los elementos principales pinchos de las bateas de mejillón que se encontró en las playas. «En lugar de hacer ristras de mejillones, las hice de palitos. Realicé limpieza tres semanas y recogí 5.000 pinchos», explica. La instalación incluye un vídeo que grabó bajo una batea con las ristras. En la otra torre, el objetivo fue dejar patente el impacto de los plásticos al introducir dentro de una red todo el material que recogió en diferentes puntos de la costa gallega y en el río Sar a lo largo de tres semanas. También contó con la colaboración de colectivos, como Aspamite.
«Quiero mostrar a los gallegos que el plástico ha llegado a nuestras costas, está en nuestras playas y está en el fondo, tanto del mar como de la rías. Y, si no hay luz ni hay calor, ese plástico no se va a degradar en la vida y, sin embargo, se está integrando en el ecosistema. Pretendo concienciar no solo al público, sino a la gente del mar, que si esto sigue así no podrán vivir de él», afirma Arceo, que lleva más de una década trabajando cona este tema, donde destacó hace dos años la instalación que realizó en el Támesis. Cree que el arte es una forma «válida y potente» para revertir la situación que se está produciendo en la actualidad.