La figura de esta reina ha atrapado la atención de historiadores, novelistas y por supuesto de cineastas. Múltiples investigaciones, libros, series de televisión y películas se han hecho sobre Victoria y su amor por Alberto, quien falleció 21 años después se haberse casado con ella; y por el cual mantuvo riguroso luto el resto de su vida. Aunque también se ha abordado el tema de las amistades que tuvo con su sirviente escocés John Brown o con el indio Abdul Karim.
En no pocas ocasiones se la ha retratado como una mujer obsesiva, caprichosa y malhumorada que no quería a sus hijos, aunque biógrafos como Julia Biard difieren y aseguran que fue «una madre dedicada». Doscientos años después Victoria sigue estando presente en el Reino Unido, donde estatuas, calles y líneas de metro la honran.