En los últimos 40 años no solo ha descendido el número de días de lluvias en Galicia sino también la cifra de jornadas con temperaturas bajas
20 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Estos días hace un frío que pela. Las temperaturas mínimas descienden hasta los siete grados bajo cero. Unos valores que siempre se pueden alcanzar cuando predominan las altas presiones. Sin nubes el calor que emite la Tierra por la noche escapa hacia el espacio exterior. Pero el frío en Galicia, como la lluvia, ya no es lo que era. La sensación térmica es un parámetro con un componente subjetivo muy importante y, en este sentido, siempre es difícil tratar de medir si los gallegos siente hoy más o menos frío que antaño. Para despejar la duda lo mejor, como siempre, es acudir a los números. Analizando los registros históricos de las temperaturas encontramos un comportamiento parecido al de las precipitaciones. En ambos casos hay un claro retroceso. «Desde 1970 puede decirse que los inviernos; diciembre, enero y febrero, muestran una cierta tendencia creciente en la temperatura y decreciente en la precipitación. Es la misma tendencia que se observa si analizamos el conjunto del año y resulta, como ocurre también en los promedios anuales, más significativa en la temperatura que en la lluvia. De los 46 inviernos comprendidos entre 1971 y 2016, hay 22 con precipitaciones menores que las normales y de estos 22, trece, el 59 %, están en la segunda mitad de la serie. En el mismo período hemos tenido 25 inviernos cálidos, de los cuales 16, el 64%, están en la segunda mitad de la serie», comenta Francisco Infante, delegado de la Aemet en Galicia.
También se observa un cambio en la distribución de las jornadas muy gélidas. Hoy únicamente sufrimos episodios aislados de bajas temperaturas pero apenas encadenamos una semana consecutiva con anomalías negativas. Las olas de frío más largas de las últimas cinco décadas se han registrado entre los años setenta y ochenta y solo destaca el 2001 del presente siglo. «De acuerdo con lo dicho anteriormente, podríamos afirmar, con matizaciones, que el frío ya no es lo que era», confirma Infante.
El retroceso de los días de frío parece claro a pesar de que los inviernos tienden a ser más secos. Los efectos del anticiclón provoca, como hoy, temperaturas negativas y heladas. «Existe una cierta correlación entre la falta de lluvias en un invierno dado y sus temperaturas, que suelen ser más bajas, pero, como hemos visto, las dos tendencias no van de la mano. Los inviernos participan del calentamiento global observado, de modo que los valores mínimos de los inviernos actuales parecen no ser tan mínimos como los de hace 40 años» termina el meteorólogo.