Varios concellos mantienen abiertas reclamaciones a la entidad por errores en las facturas pendientes. Otros usan vías alternativas para no abonar derechos de autor
07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El propietario de un bar de Vigo acaba de ganar la batalla a la Sociedad General de Autores (SGAE) al librarse del pago de 1.135 euros que le reclamaba la organización tras haber programado en el televisor del local espacios donde aparecían temas protegidos. No tuvo tanta suerte el Concello de Barro, que ha tenido que reservar 10.000 euros de sus presupuestos para saldar la deuda que mantiene pendiente con la entidad desde el 2009. La factura corresponde a la Festa do Viño, organizada ese año. Pero no es el único concello que tiene cuentas pendientes con este organismo por el pago de las tasas correspondientes a los derechos de autor de algunos de los temas que suenan en las verbenas o eventos.
Fuentes de la SGAE dicen que no pueden dar el dato de cuánto deben en conjunto los ayuntamientos de la comunidad ni cuáles mantienen una lucha abierta para librarse del pago, pero es verdad que no solo el Concello de Barro tiene cuentas pendientes con ellos.
Descontento generalizado
Lo que está claro es que es una tasa que no convence a buena parte de bares o ayuntamientos. Dicen algunos que no es más que un abuso. Para los autores es, en cambio, un modo de obtener ingresos por su trabajo. En Carnota, por ejemplo, su alcalde, el nacionalista Ramón Noceda, dice que «unha cousa é o que nos reclamen e outra o que lle debamos, a ver que dereito teñen eles a reclamar nada».
También hay concellos que mantienen abiertas reclamaciones por facturas con las que no están de acuerdo. El municipio de Muros trata ahora de que la SGAE corrija una serie de errores hallados en algunos de los documentos de pago que le envió la entidad.
La alcaldesa, María Xosé Alfonso (Compromiso por Galiza), quiere pagar. Pero, como explica, no conoce la cuantía exacta de la deuda porque variará en función de que subsanen errores como algunas facturas duplicadas. Además deben aplicar la rebaja derivada del convenio que la entidad tiene con la FEMP. Calcula que la factura podría ascender a unos 15.000 euros.
El número de municipios adheridos al convenio del que habla la alcaldesa muradana es de 58. Entre esos concellos figuran los de Vigo, A Coruña, Santiago de Compostela, Lugo, Pontevedra o Vilagarcía de Arousa. También en el 2015, la SGAE creó además una nueva tarifa destinada a ayuntamientos de menos de 3.000 habitantes que actúa como una tarifa plana para aplicar a las actividades de tipo cultural.
El Concello de A Pobra do Caramiñal, gobernado por Nós Pobra, habla también de algunos errores en las facturas porque algunas no se corresponden a actividades organizadas o promocionadas por el propio gobierno local. Fuentes del concello dicen que solo les constan dos pendientes, que arrastran del anterior gobierno y que, probablemente, no estén pagadas por la misma razón.
En el caso del municipio lucense de Vilalba había una deuda de 20.000 euros, pero el concello llegó a un acuerdo para poder pagarla a plazos. Pero también hay ayuntamientos que han recurrido a trucos para esquivar el pago a la SGAE. Lousame, por ejemplo, usa algo de música clásica y tradicional gallega que no esté arreglada por ningún autor contemporáneo y, por tanto, está exenta de pago.
Información elaborada por Marta Gómez, José Manuel Palacios, X. R. Penoucos, Olimpio Arca y Enma Araújo.