La minuciosidad de Roberto Torreta triunfa en Madrid

Colpisa MADRID

SOCIEDAD

Andrés Sardá revolucionó la Fashion Week con Bibiana Fernández como modelo

22 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ulises Mérida dio el pistoletazo de salida a la tercera jornada de Mercedes Benz Fashion Week Madrid saliéndose de sus códigos en un homenaje a su tierra, Castilla-La Mancha, con el punto de partida de sus recuerdos. La parte más manchega, impregnada por el luto con elementos sacro, tiene una sensualidad que el modista no había manejado previamente. Fajines y lazadas dieron paso a la estrella de la propuesta: el refajo de su bisabuela, al que ha quitado el corpiño y ha convertido en vestido.

Minutos después llegó el turno de una Maya Hasen que se escarchó en un juego de texturas que simboliza la transición del invierno a la primavera con tonos metalizados entre los que predominan el dorado y el rosa, enfatizando el aire bucólico de prendas de fiesta confeccionadas con tejidos de estética opulenta como el hilo de lúrex o neoprenos para dar un acabado engomado.

Andrés Sardá lo revolucionó todo con una fiesta en un idílico hotel alpino. Desde las botones a las doncellas pasando por las clientas, con una estupenda Bibiana Fernández a la cabeza. Los accesorios en blanco, negro y oro contrastan con lencería cuajada de cristales de Swarovski en rojo, berenjena, óxido, cacao, azul profundo y suaves tonos maquillaje en organza de seda, raso, tul, encaje chantilly y lúrex. Destacan las prácticas cadenas de quita y pon para decorar tanto sujetadores como tangas.

Guiños a David Bowie

El complicado trance de desfilar después del espectáculo de la firma catalana lo superó con creces Roberto Torretta con una sofisticación acentuada por un trabajo minucioso y repleto de detalles, como chaquetas con una solapa y volúmenes en las mangas, en dos siluetas: una oversize masculina con hombros marcados y caídos y otra ceñida a la cintura muy femenina. Vuelve a integrar el terciopelo, con un toque deportivo dado por las parkas de napa y los polos. Hasta se atrevió con guiños a David Bowie. Los pantalones, en su caso, cobran especial protagonismo.

Tan maravillosos como los abrigos de Etxeberria. El modista eibarrés siempre consigue meterse al público en el bolsillo. En esta ocasión, el vals fue la melodía escogida para que se contoneasen los opulentos abrigos utilizados para la grabación de Juego de tronos junto a los de nueva creación, cubiertos de plumas de gallo, faisán y cisne, con el interior de las prendas tan cuidado como el exterior. El vasco aprovechó para mostrar una línea de calcetines de lo más variopinta.

La franja vespertina no decayó gracias a Teresa Helbig y a la banda de Aldo Comas. Como si de un desfile de Victoria?s Secret se tratase, los estilismos, delicados y femeninos, protagonizaron la pasarela madrileña.