El primer Zara cumple 40 años con Ortega como tercer hombre más rico

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Inditex inició su despegue en 1975 con una tienda en la coruñesa calle Juan Flórez

15 may 2015 . Actualizado a las 10:49 h.

«No existe el no, todo es posible en esta vida». Ese ha sido el lema que ha abanderado siempre Amancio Ortega (León, 1936), y que lo acaba de catapultar al tercer puesto de las mayores fortunas del mundo, con más de 60.457 millones de euros en su cuenta. La primera piedra de este gran imperio se colocó -en mayo de 1975- en la coruñesa calle Juan Flórez, donde abrió su primer comercio que se vio obligado a bautizar como Zara porque cuando acudió a registrarlo ya le habían robado el nombre de Zorba, que era el que tenía en mente rememorando la famosa película.

Con esta tienda, Amancio Ortega daba un paso más en su carrera, que había iniciado primero como dependiente en dos comercios de A Coruña, y luego como fundador de la firma textil Goa (sus iniciales al revés), una fábrica que comenzó confeccionando batas, para luego diversificarse en todo tipo de prendas. En los primeros años, toda esta ropa se vendía a otras empresas, hasta que Ortega Gaona y su entonces mujer, Rosalía Mera, quisieron sacarle la máxima rentabilidad a su trabajo y tener una tienda propia en una de las calles más céntricas de la ciudad. El éxito no tardó en llegar y pocos meses después repetían inauguración, y así ha seguido en estos 40 años, en los que ha puesto en marcha más 6.600 comercios en todo el mundo.

Sonia Piñeiro fue una de las primeras que trabajó con Amancio Ortega en Goa, adonde llegó con tan solo 14 años. «Yo no tenía ni idea de confección ni de nada, éramos unas niñas y en los cambios de turno nos dedicábamos a jugar al brilé y a la cuerda», recuerda esta trabajadora jubilada, que vivió en primera persona el despegue del grupo Inditex y de su fundador. «Fue una persona que se lo trabajó mucho. Si salíamos tarde, él era el último en salir con nosotros, y ya estaba por la mañana antes de que llegáramos», apunta, al mismo tiempo que afirma que trabajo nunca les faltó, «pero se nos pagaba muy bien. Tenían muchos detalles, nos invitaban a comer, nos llevaban en taxi si salíamos tarde, teníamos descuentos...».

Ella, como más de media ciudad, visitó en multitud de ocasiones el primer Zara de Juan Flórez, que tras varias transformaciones sigue en activo, aunque centrado ahora únicamente en la ropa femenina. María José Hernández y Carmen Gómez eran dos de las clientas que ayer visitaban esta veterana tienda y que presumían de ser asiduas: «Tengo camisas de Zara que tienen mil años y están impecables, y un pantalón de cuero que no se lo dejo a nadie».