«Estamos alargando la juventud y haciendo que los jóvenes no aprendan a enfrentarse a los problemas de la vida sin la ayuda de sus padres»
18 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El actual retraso en la edad de emancipación está favoreciendo un aumento de los casos de depresión de los jóvenes y, sin embargo, está provocando una disminución del número de personas mayores que la sufren, según el coordinador nacional de la Fundación de Ayuda contra la Depresión (Anaed, José Ramón Pagés Lluyot.
De hecho, la organización ha detectado un «peligrosísimo» aumento del número de casos de depresión en las familias. Esto se debe a que los jóvenes siguen dependiendo de los padres cuando llegan a la edad adulta debido a que no pueden abandonar el hogar y formar su propia familia, lo que provoca que no maduren y, por ende, que no sean capaces de afrontar solos las frustraciones normales de la vida.
«Estamos alargando la juventud y haciendo que los jóvenes no aprendan a enfrentarse a los problemas de la vida sin la ayuda de sus padres», argumenta el experto, para señalar que, al mismo tiempo, esto hace que los casos de depresión en los mayores estén disminuyendo al sentirse «más útiles». Y es que, prosigue, con la crisis económica los mayores están aumentando sus obligaciones ya que tienen que seguir cuidando de sus hijos o, en el mejor de los casos, de sus nietos ya que los padres no pueden dejar de trabajar para atenderles.