El robot también carga y transporta unos tanques de oxígeno e hidrógeno y, por último, permite al astronauta visitar elementos que ya están en la Luna. Como explicó Javier Méndez, «o que ten a robótica é que as veces falla» y ayer, ante padres y alumnos, lo hizo. Pero, aún así, todos marcharon «maravillados» con la motivación, capacidad de trabajo, esfuerzo y dedicación de un equipo que es finalista en un concurso internacional.
Méndez aseguró que los logros de la robótica en el instituto no serían posibles sin el «esforzo colectivo de toda a comunidade educativa», sin el «apoio total do equipo directivo do centro», de los empresarios de Rois que pagan los viajes de los concursos y del alcalde que los anima a que lo hagan.