Los hombres realizan labores de mantenimiento en un parque a cambio de dosis controladas de alcohol, en el marco de un pionero y heterodoxo tratamiento
25 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.De martes a sábado, dos brigadas de diez hombres se encargan de las labores de mantenimiento del Parque del Este de Ámsterdam, un hecho que pasaría inadvertido si no fuera porque esos hombres son alcohólicos y la entidad que los emplea les ofrece cerveza como pago.
Tras 35 años de trabajo en el ámbito de lo social, la fundación holandesa De Regenboog dirige un proyecto tan pionero como heterodoxo en el tratamiento del alcoholismo. «Llegan a las nueve y les damos dos cervezas, un sándwich y medio paquete de cigarrillos antes de comenzar con las tareas de limpieza», explica la portavoz de la organización, Jasperine Schupp.
Durante la jornada, los beneficiarios del plan (bebedores crónicos que en su mayoría son personas sin hogar) reciben tres dosis más de alcohol, una comida caliente y diez euros.