En el último año, los profesores gallegos tuvimos una caída del 12 % de nuestro nivel económico, pero en las encuestas que desde el sindicato hacemos a los profesores el sueldo no es la primera de sus preocupaciones. Lo que más preocupa a los maestros es el prestigio social y el reconocimiento profesional. Esa es la clave y así lo hemos transmitido a los tres grupos parlamentarios que se presentan a las elecciones en Galicia: queremos volver a tener prestigio y que la sociedad reconozca nuestro trabajo. Para eso, es cierto, el profesor tiene que estar bien pagado, pero además debe estar bien formado, ser suficiente en número y contar con el apoyo de los gobernantes. Eso no ocurre. En España hemos perdido en dos años un punto de PIB en la inversión en educación; los países punteros son los que destinan el 6,5 % de su PIB a esta materia, y nosotros estamos en el 4,5 %. Pueden cambiar todas las leyes, pero no mejorará la educación y por tanto tampoco la situación económica del país.