Lo que el viajero debe saber en caso de que surjan complicaciones
01 ago 2012 . Actualizado a las 22:02 h.Las vacaciones suelen ser sinónimo de descanso y despreocupación, pero para poder disfrutar con plenitud de ellas es importante conocer los derechos que le asisten a uno y saber qué hacer cuando considera que ha sufrido un quebranto. Desde junio, la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) ha registrado casi dos mil consultas y reclamaciones -la mitad de ellas, relacionadas con el transporte, especialmente el aéreo-, por eso ha elaborado unos consejos básicos para salvar cualquier situación. Su primera recomendación para todos aquellos que hoy comienzan sus vacaciones: guardar todos los papeles, ya sean billetes de transporte, contratos o facturas.
El trayecto
Se desplace uno en autobús, tren, barco o avión, la compañía que presta el servicio debe hacer frente a unas obligaciones. En el primer caso, es posible cambiar el billete sin recargo hasta dos horas antes de la salida y en caso de retraso se puede reclamar una compensación. También puede hacerse por pérdida o deterioro del equipaje. Si el vehículo sufre un percance, la empresa debe adoptar las medidas necesarias para que el usuario llegue a su destino.
Para los que viajan en avión es importante saber que en caso de overbooking la compañía está obligada a reembolsarles el dinero o buscarles una alternativa lo más rápidamente posible, y a pagarles además una indemnización cuyo importe varía en función de la distancia del destino: menos de 1.500 kilómetros, 250 euros; entre 1.500 y 3.500 kilómetros, 400, y más de 3.500, 600 euros. En caso de retraso de un vuelo, los usuarios también tienen derecho (dependiendo de la espera y la distancia) a comida, bebida y llamadas gratis, y a alojamiento si se demora al día siguiente.
También existen indemnizaciones por retrasos o cancelación, así como por extravío o daños en el equipaje, en algunas líneas ferroviarias y marítimas.
El alojamiento
Los establecimientos hoteleros y los cámpings deben tener visible el listado de precios. En el primer caso, se considera incluido en la tarifa el suministro de agua, electricidad, calefacción y refrigeración, así como el servicio de ropa de cama y baño, la limpieza de la habitación y el uso de la piscina, si dispone de ella. En cuanto a los cámpings, deben disponer de unos servicios mínimos y de unas medidas básicas para garantizar la seguridad de los usuarios y de sus bienes.
Las comidas
La obligación de tener a la vista la carta de precios rige también para restaurantes y demás establecimientos hosteleros, y las tarifas han de ser globales (servicio e impuestos incluidos). Además, estos locales no podrán cobrar sumas en concepto de carta, cubierto o similar, y tienen obligación de emitir factura.
Las agencias
Es importante conservar los folletos publicitarios de las agencias de viajes y suscribir un contrato por escrito. El precio, aunque incluya cláusulas relativas al alza del carburante, nunca podrá ser modificado durante los 20 días previos a la salida, y el usuario deberá ser resarcido si el viaje o algún servicio es de calidad inferior a lo acordado.