La opinión retuiteada

SOCIEDAD

22 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

E n el último medio año, después de una llamada de teléfono de Obama, Zapatero aprobó una dura reforma laboral, le bajó el sueldo a los funcionarios, se cargó la paga de los 426 euros a los parados y ha anunciado que no nos jubilaremos antes de los 67. ¿Dónde estaban entonces los tuiteros? El Sindegate ha vuelto a dejar al descubierto que la diferencia entre opinión pública y opinión publicada está dejando paso a una nueva figura, la opini ón retuiteada, q ue cada vez pone más nerviosos a los políticos.

Por supuesto que la ley Sinde es una chapuza de principio a fin: viene impuesta por la Casa Blanca (como el resto de las medidas antes citadas, por cierto); quienes saben de leyes advierten de que jurídicamente puede tener muchas lagunas y deja la puerta abierta a la legalización de la censura. Además, en la práctica será una medida inútil, pues antes de que se cierre una página pirata ya habrá mil clones. Pero quienes la combaten con fiereza tienen que explicar cuál es la alternativa que proponen al robo a mano armada.

Queremos, con razón, que Europa continúe siendo por muchos años el reducto de buen vivir en el que se convirtió en las últimas décadas, pero corremos a los bazares chinos a comprar bolsos italianos hechos en Shanghái. Copiar es fácil y barato, sobre todo en el universo digital. Pero las ideas son escasas y hay que protegerlas. Quienes tienen el talento para crear algo tienen que tener derecho a venderlo y que no se lo roben. Empezando por los afamados gurús

que acaparan las listas de libros más vendidos con ensayos sobre el nuevo escenario en el que nos ha tocado vivir.