En los nueve primeros días de aplicación de la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial, que castiga con penas de cárcel a los conductores que circulen con temeridad manifiesta, le han sido abiertas diligencias, que han sido puestas a disposición judicial, a 558 conductores. De estos, solo diez expedientes se han debido a un exceso de velocidad (por superar los 110 kilómetros por hora en vía urbana, los 180 en carreteras secundarias o los 200 en autovías), mientras que el resto, 448, se han abierto por alcoholemia (por sobrepasar 1,2 grados de alcohol por litro de sangre).
Estos datos fueron ofrecidos ayer por el director general de Tráfico, Pere Navarro, durante su comparecencia en la última sesión de la legislatura de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, en la que hizo balance de las actuaciones realizadas en esta materia durante los últimos cuatro años.
Navarro, que aportó las primeras cifras desde que entró en vigor la reforma del Código Penal, el pasado 2 de diciembre, aseguró que la intencionalidad de esta medida es «preventiva y disuasoria», por lo que espera que con el paso del tiempo descienda el número de estas diligencias.
La puesta a disposición judicial de estos expedientes no significa que los conductores afectados terminen en la cárcel, pues esta normativa finalizará con este castigo a los infractores reiterados. Así, las condenas serán sustituidas por multas de hasta 3.000 euros, retirada del carné durante varios meses y trabajos para la sociedad.
El máximo responsable de la DGT resaltó que hasta ahora los delitos de tráfico se han visto relegados, ya que de los 66.000 internos en las cárceles españolas en el 2006, solo 175 estaban en prisión por delitos relacionados con la seguridad vial, que son la «primera causa de muertes violentas en nuestro país, y provocan un número de fallecidos mayor que los homicidios, el sida y la droga juntos».
Logros
En su balance, Navarro destacó la creación del Observatorio Nacional de la Seguridad Vial, el carné por puntos y la reforma del Código Penal, medida que ha enviado a la sociedad un mensaje de «rigor y seriedad» para afrontar el problema de los accidentes de tráfico, manifestó. Además, informó de que el porcentaje de muertos en accidentes con una tasa de alcohol superior a los 0,5 gramos por litro de sangre ha descendido del 31,6% del 2003 al 26,7% del 2006. También aclaró que el uso del cinturón de seguridad ha aumentado del 83 al 93% en los asientos delanteros y del 52 al 75% en los traseros.