Crónica | Un tiro galáctico Un astronauta ruso se convierte en el primer hombre en lanzar a 370 kilómetros de altura una pequeña pelota, que dará tres vueltas a la Tierra y después se desintegrará
23 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Fue el lanzamiento más largo de la historia del golf. Pero puede que no pase a la historia por la distancia recorrida por la pelota, sino por las condiciones en que se produjo: en el espacio, a 370 kilómetros de altura, y en condiciones de total ingravidez. El protagonista fue el astronauta ruso Mijaíl Tiurin, quien sobre las dos de la madrugada del jueves, hora española, golpeó la pelota con un palo dorado, un hierro número seis. El tiro, más bien poco ortodoxo, ni siquiera se lanzó en la dirección previamente establecida, pero se logró igualmente el objetivo. La pequeña bola, de tres gramos de peso, orbitará la Tierra tres veces y luego se desintegrará. Pese al tiro poco certero, el golfista astronauta recibió las felicitaciones del equipo de tierra que controlaba la jugada. «Fue un golpe excepcional. Voló [la pelota] bastante lejos. La veo como un pequeño punto negro», le dijeron en tono de alabanza. La maniobra, sin embargo, no debió de haber sido tan perfecta, ya que el centro renunció a los otros dos golpes previstos debido a la gran complejidad del lanzamiento. Y es que el primero y único no fue nada fácil. Asistido por el astronauta alemán Thomas Reiter en funciones de caddie, Reiter colocó la pelota en una espiral de alambre situada en el exterior de la estación espacial internacional, el escenario elegido para la histórica jugada, para que Tiurin tuviese la percepción de la pelota en ingravidez. Pero todo esto no sirvió, ya que durante la particular misión en el espacio exterior el cosmonauta ruso tuvo problemas para mantener el equilibrio en una escalera. «Por favor, asegúrate de que no le pegues a Michael», advirtió preocupado el centro de control ruso a Tiurin, en alusión al astronauta estadounidense de origen español Michael-López Alegría, que también presenció el lanzamiento. La iniciativa forma parte de una campaña publicitaria del fabricante canadiense de equipos de golf Element 21, que ya en 1971 promovió la primera partida de golf espacial en la Luna. El astronauta estadounidense Alan Shepard fue, en esa ocasión, el autor del golpe. Pero sólo hizo diana al segundo intento.