Sodano, Ruini, Tettamanzi y el portugués Policarpo, entre los purpurados que más suenan.
18 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Los cardenales que a partir de esta tarde tendrán la responsabilidad de elegir al primer papa nominado en el siglo XXI se encerrarán en la capilla sixtina a las cuatro y media de la tarde sin un candidato claro al que votar pero divididos, una vez más, en dos corrientes ideológicas. La más conservadora sigue teniendo como referente a Ratzinger, pero, según los analistas italianos, el sector más progresista confía en que, a estas alturas, las posibilidades del prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe estén definitivamente bloqueadas. Lo que no quiere decir que el nombre del decano del colegio cardenalicio no pueda ser el más escrito en la primera de las votaciones. El candidato alternativo con más posibilidades seguiría siendo Tettamanzi, después de que el carismático Martini hubiese sugerido a sus seguidores que no lo utilicen siquiera como banderín de enganche en la apertura del cónclave. Analistas como Luigi Accattoli mantienen, sin embargo, las opciones de Martini como candidato de compromiso en la primera votación. Pero la importancia de Ratzinger y del carismático italiano no tendría tanto que ver con sus posibilidades reales de ser papables como de convertirse en «grandes electores» en torno a los cuales se posicionaría el resto del colegio. A partir del primer tanteo entrarían en juego otros nombres, entre los que destacan los de Sodano, Re, Ruini, Scola, Schönborn y el portugués Policarpo. La incertidumbre será en esta ocasión mayor si cabe, pues no existe confirmación expresa de que esta tarde vaya a tener lugar la primera votación. Los cardenales lo decidirán una vez comenzado el cónclave, con lo cual el mundo estará pendiente de la chimenea de la Sixtina sin tener la certeza de que va a escupir humo, aunque sea negro.