Si quieren que les diga la verdad, alguna vez, por probar, me gustaría ir a cubrir uno de esos estrenos glamurosos que se producen en Los Ángeles cada dos por tres, a los que asiste la gente guapa, la que sale en la película y la que no. Igual me llevaba un chasco pero, insisto, me gustaría probar. Ayer por ejemplo, en el estreno de Along Came Polly , se vieron algunas estrellas. Como Jennifer Aniston que por algo comparte protagonismo en la cinta con Ben Stiller y que acudió acompañada de su maridito, Brad Pitt . ¿Ven? Sólo con eso ya me conformaba. Aunque la sorpresa fue ver a otra pareja singular: la que forman la cantante Sheryl Crow y el ciclista Lance Armstrong , que no quisieron perderse el estreno. Lo cierto es que todavía estamos en etapa de descanso para los ciclistas pero veo al gran campeón del tour muy animado con su nuevo amor y no sé yo si eso le va a resultar muy beneficioso para intentar batir el famoso récord de los cinco tours. Misses a la carta ¿Tenían ustedes alguna sospecha al respecto de que las candidatas en los concursos de misses hubieran pasado previamente por el quirófano? Pues que sepan que en Ecuador el tema se trata abiertamente. Tanto que las catorce candidatas que compitan el 5 de marzo en el concurso local, serán tratadas antes por un grupo de cirujanos, nutricionistas y odontólogos para corregir narices, mentones, pechos y caderas. Para entendernos, una especie de equivalente al dóping en el deporte. Supongo que las autoridades locales están dispuestas a pasar por todo ante la responsabilidad de ser la sede del concurso de miss Universo de este año, que tendrá lugar en Quito en el mes de junio. No sé si recordarán ustedes una noticia de impacto que se publicó en esta sección hace ya unos meses. El asunto era que una señora que había ido a cenar con unas amigas a un restaurante en una localidad de California descubrió con estupor que el trozo de marisco que masticaba sin conseguir triturar resultó ser, cuando lo sacó de la boca y lo posó sobre una servilleta, un preservativo usado. Imagínense el peacho de demanda que le puso la mujer al restaurante. No se cortó un pelo y, en la denuncia, incluyó una depresión de caballo y un estado de ansiedad causado por el insólito descubrimiento. Pues bien, la afectada y el restaurante han alcanzado un acuerdo extrajudicial. Con un montonazo de ceros, me imagino, aunque los detalles no se han dado a conocer. Lo que no ha quedado claro es cómo llegó el condón a la sopa de pescado. Por contra, el responsable del restaurante, una vez alcanzado el acuerdo, dijo que las denuncias sobre la ansiedad y la depresión de la afectada habían sido «un poco frívolas». Seguro que alguno de ustedes todavía está haciendo cábalas con las relaciones familiares de los Iglesias después del anuncio de que el patriarca va a darle un hermano a Julio Iglesias senior. Pues a ver qué les parece el caso de un bebé nacido en el norte de Italia que tiene la friolera de 13 abuelos, entendiendo como tales a bisabuelos y tatarabuelos. Su ascendiente de más edad es una tatarabuela de 101 años. Fíjense como será la cosa que en el pueblo van a celebrar una fiesta para festejar el récord. Y por mantenernos en el mundo de los abuelos, les cuento que uno de 84 años, keniano y con treinta nietos, se ha decidido por fin a ir a una escuela primaria para aprender a leer y a sumar. Según ha explicado a un periódico local, su ánimo por empezar a leer le viene de su interés por la Biblia. Y, lo de las sumas, «para contar el dinero». No están mal las justificaciones, es como eso de poner una vela a Dios y otra al diablo. Hasta mañana.