El Ejecutivo y la Casa Real alegaron problemas de agenda para no recibir al líder budista Tenzin Gyatso resaltó en Madrid la «estrecha» relación que le une con Juan Pablo II
08 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Tras un viaje «agotador» desde Nueva Delhi, el Dalai Lama pronunció ayer una conferencia en el Club Siglo XXI donde resaltó su admiración por el Papa Juan Pablo II. «Es un hombre con el que mantengo una relación muy estrecha; siempre he admirado su energía y su visión de los problemas». El XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, de 68 años, dijo que Karol Woijtla y él han tenido que sufrir vivencias parecidas. «Él procede de un país, Polonia, que estuvo sometido por el comunismo y donde no había libertad religiosa; nosotros, en el Tíbet, estamos bajo la opresión de China y también carecemos de libertad». El Tíbet fue invadido por el Ejército chino en la década de los cincuenta del pasado siglo. El líder espiritual del pueblo tibetano se lamentó de que no le recibiera ninguna autoridad, ni civil ni religiosa. Minutos antes de la conferencia se anunció la presencia en la sala del nuncio apostólico, Manuel Monteiro de Castro, pero no estaba. Sí acudió el juez Baltasar Garzón, quien hizo una encendida defensa del pueblo tibetano. «Un gigante trata de aplastar a una minoría a la que le asiste la razón jurídica y política», subrayó Garzón en una sala llena de rostros conocidos, como el torero Fran Rivera, el novelista Fernando Schwartz, los periodistas Raúl del Pozo y Concha García Campoy o el empresario Carlos Falcó. A la pregunta de si el motivo de la ausencia de autoridades españolas se debía a presiones del Gobierno de China, el Dalia Lama respondió: «No tengo que contestar a algo que ustedes demuestran estar bien informados». En un comunicado, la portavoz de la embajada de China en Madrid expresó su gratitud a la postura del Gobierno español y manifestó que el Tíbet «es una parte inalterable de la República Popular China». En su último viaje a Estados Unidos, el Dalai Lama fue recibido por el presidente Bush. Altos responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores afirmaron que el Dalai no había solicitado reunirse con autoridades españolas. El Comité de Apoyo al Tíbet informó que tanto el Gobierno como la Casa Real y el Ayuntamiento de Madrid alegaron problemas de agenda para cerrar entrevistas con el líder espiritual.