Desarrollan un microbicida que bloquea la transmisión del sida en monos

La Voz F. TABARÉS | REDACCIÓN

SOCIEDAD

El gel, elaborado con un anticuerpo humano, recubre el virus e impide que llegue a las células Un laboratorio farmacéutico espera desarrollar una crema para aplicarla en humanos

10 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York, han conseguido desarrollar un tipo de microbicida que bloquea la transmisión del VIH en monas, recubriendo el virus e impidiendo que penetre en las células. Las posibilidades del compuesto, presentado en forma de gel y que ha sido elaborado utilizando un anticuerpo humano llamado «b12», son especialmente esperanzadoras ya que, en contra de lo que sucede con otros microbicidas en fase de prueba, éste actúa solamente sobre el virus del sida, respetando las células sanas. Un laboratorio ha manifestado su interés en desarrollar el compuesto, aunque el principal impedimento es de naturaleza económica. El experimento viene a reforzar una línea de investigación en auge que se fundamenta en la creencia de que algunas sustancias sintéticas o naturales que pueden ser aplicadas localmente antes de la penetración pueden anular la acción de organismos patógenos, impidiendo el contagio del sida y de otras enfermedades de transmisión sexual. En estos momentos se investigan las posibilidades de un total de 60 potenciales microbicidas que frustran la expansión del VIH utilizando diferentes estrategias. Uno de los más estudiados se denomina Carraguard. Sus potencialidades están siendo probadas en un ensayo clínico que se está llevando a cabo en varios países africanos. El principio activo del Carraguard es un extracto de un tipo de alga marina que se adhiere a la superficie del virus y a las células vaginales y establece una barrera física contra la infección. También en fase de prueba se encuentra el Buffergel, que incrementa la acidez del área vaginal creando un ambiente hostil al VIH. Las investigaciones con microbicidas experimentaron un parón en el año 2000 cuando se demostró que un tipo de espermicida, denominado nonoxynol-9, incrementaba las posibilidades de contagiarse de sida en lugar de frenarlas. Posteriormente se comprobó que los estudios que llevaron a la exclusión del «n-9» no habían sido adecuadamente diseñados. En estos momentos, Onusida y la OMS defienden que la lucha por el desarrollo de microbicidas debe continuar. En la investigación realizada en la Universidad de Cornell, el equipo dirigido por John Moore aplicó el gel elaborado a base de «b12» a doce monas dos horas antes de que mantuvieran un contacto sexual con otros tantos machos infectados con el VIH. Nueve de ellas no se contagiaron. Sin el microbicida, los machos infectaron a doce de cada trece hembras.