La estrella 2.210

Alba Díaz-Pachín alba.diaz@lavoz.es

SOCIEDAD

11 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Saben cuántas estrellas hay en el suelo de Sounset Boulevard? 2.210. Aunque parezca increíble, en ninguna de ellas figuraba el nombre de Steven Spielberg que, al fin y al cabo, sigue siendo el director más taquillero de la historia. Bueno, pues el asunto ya se ha subsanado porque el creador de Tiburón , La lista de Schindler o la reciente Minority Report acaba de conseguir su rinconcito de la fama en el conocido paseo. Para los que tenemos treinta y tantos, Spielberg forma parte de nuestra pequeña historia. Estoy segura de que muchos de ustedes tuvieron algún verano infantil marcado por la inquietud en cualquier playa, después de ver Tiburón ; que se emocionaron al ver ET por vez primera o que empezaron a enamorarse de Harrison Ford cuando éste empezó a buscar el Arca perdida. Y, aunque no es menos cierto que el bueno de Spielberg nos ha castigado de vez en cuando con tremendos tostones, por lo que a mí respecta, la estrella la tiene más que merecida. El director estuvo acompañado por su esposa, Kate Capshaw y sólo formuló un deseo: «Espero que los transeúntes que paseen sus perros por aquí se ocupen de mantener limpia la estrella». Nudistas ateridos ¿Ustedes creen que se puede aplazar un congreso internacional por una ola de frío? Se puede, desde luego. Y con muchísima razón... si se trata de un congreso de nudistas. Les ocurrió a los participantes en el festival naturista internacional que tenía que comenzar el día 10 en Nueva Zelanda. El caso es que, entre las múltiples actividades, había demasiadas competiciones al aire libre, como torneos de golf, marchas y carreras. Y, claro, no es cuestión de hacer una ruta de senderismo completamente desnudo cuando la temperatura se pone a bajo cero. Lo comprobaron los participantes en la jornada inaugural en la que, ateridos, consensuaron retrasar las actividades hasta que mejorara un poco el tiempo. Schroeder, a Eurovisión Si siguen esta página ya saben de la existencia en Alemania de una especie de Carlos Latre ; un imitador llamado Elmar Brandt que se ha hecho rico y famoso riéndose del canciller Schroeder con una versión del Aserejé en la que hace sangre con la política económica del líder alemán. También sabrán que a Schröder la canción no le hizo ninguna gracia. Pues imaginen el cabreo que debe tener ahora que se ha enterado de que Brandt pretende representar a Alemania en Eurovisión con una nueva imitación del canciller, que se titula «Todo irá bien» y que cantará una especie de guiñol del canciller, a tamaño natural y vestido al más puro estilo Elvis Presley. Brandt cuenta con el apoyo incondicional del periódico Bild , capaz de cualquier cosa con tal de darle un poco de caña al canciller. Seguro que, a estas alturas, Schröder está negocioando la compra de Operación Triunfo .