Reixa y Moncho Borrajo promocionarán en Compostela y Madrid el tradicional recipiente de porcelana blanca Todo el mundo la tuvo entre sus labios. Hasta los no bebedores de vino han «chateado» con la típica taza un Ribeiro, antes de que llegara la moda de «chatear» con el ordenador. En O Ribeiro quieren recuperar el recipiente, en porcelana blanca pero mejorado, como el ideal para catar el vino joven. La Cooperativa Vitivinícola la presentará el día 11 en Santiago, con un magosto, junto con el Tinto San Martiño.
02 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.La idea es rehabilitar la tradición de probar el viño novo por el San Martiño, de ahí el nombre del caldo de esta cosecha del año 2000, ya embotellado para la ocasión. La típica taza gallega recupera ahora el prestigio para degustar este vino, luego de que perdiera fondo en las tascas, no se sabe si para disimular los blancos foráneos que a veces le emborcaban, cada vez más bajita para que cupiera menos líquido. Según Tito Leboso, uno de los responsables de esta recuperación, se ha elaborado «un viño especial para chatear, de elaboración tradicional a partir da garnacha tintorera y toques de Mencía. Es un vino ideal para acompañar la gastronomía gallega del interior, como los chorizos, la castaña del magosto, el pulpo, el cocido, la empanada o incluso la lamprea. Es un vino singular y por el propio sistema de elaboración, estará en su mejor momento desde ahora hasta el mes de mayo». El encargado de abrir la primera botella del Tinto San Martiño y recuncar con él será Antón Reixa, que lo hará el próximo día 11 durante un magosto popular en la Carballeira de Santa Susana, en Compostela. Previamente, el miércoles 8, el popular humorista y pintor Moncho Borrajo realizará la presentación en Madrid. Tradición europea En la cooperativa ourensana apuestan por la rehabilitación de la taza de porcelana porque permite el mejor disfrute de un vino donde priman los caracteres de juventud, con un vivo color rojo violáceo, fresco, ligero y con aromas primarios muy intensos, «y lleno de alegría propia de la fiesta». El proyecto entronca además con la tradición europea de regiones como el Beaujolais francés «donde sin tanta tradición sí han sabido transmitirlo al mercado mundial. Por ello , no queremos dejar que esta tradición se pierda». Del Tinto Sanmartiño sólo se comercializarán este año 200.000 botellas en estuches de cuatro botellas, cada uno de ellos con un ataza de porcelana de diseño propio. La iniciativa será común para la hostelería y para el sector de alimentación.