«Lupin» en el Louvre

Beatriz Pallas ENCADENADOS

PLATA O PLOMO

Netflix

22 oct 2025 . Actualizado a las 09:38 h.

Hace más de un siglo que el personaje de Arsène Lupin nació en los cuentos de Maurice Leblanc. Y han pasado más de cuatro años desde que la figura del caballero ladrón sirvió de punto de inspiración para la historia contemporánea de Lupin, que ha llegado a Netflix en tres temporadas y ya prepara la cuarta. Desde que el pasado domingo el mayor museo de Francia fue asaltado impunemente a plena luz del día, el primer episodio de esta serie merece una revisión desde esta nueva perspectiva en la que la ficción se ve desbancada por una realidad mucho más tosca y menos glamurosa. En aquel capítulo inicial, una banda de malhechores comandados por el elegante Lupin se infiltran en el Louvre como empleados de mantenimiento para sustraer el valioso collar de la reina. «Entrareis como limpiadores y saldréis millonarios». Sus maneras son caricaturescas, pero no tanto como este robo auténtico, perpetrado con una grúa telescópica mal aparcada bajo un balcón del palacio y con una radial para desgarrar las vitrinas y apoderarse de las joyas reales. Todo ello ante los ojos de los primeros visitantes del día, que acababan de entrar al museo, con sus mochilas escrupulosamente registradas. Siete minutos era el tiempo planeado por los ladrones de la ficción para desconectar las cámaras y saquear el museo. Siete minutos tardaron los auténticos en entrar, agarrar el tesoro y perderse en la ciudad.