«Bosch»: El engranaje que se empeña en ir contracorriente

x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

En la sexta y penúltima temporada de la serie de Amazon, el detective parece haber aplacado sus demonios y persiste en la búsqueda de la verdad

27 abr 2020 . Actualizado a las 14:39 h.

El detective Harry Bosch, creado para la literatura por Michael Connelly y protagonista de una serie que acaba de estrenar su sexta y penúltima temporada, cumple con una premisa clave del género policial: su lucha es doble, contra el crimen y con sus propios conflictos. En el caso del investigador angelino, el motor de combustión interno se alimentaba de un estricto código deontológico y el deseo casi doloroso de encontrar al asesino que le robó a su madre, prostituta, siendo niño.

En esta nueva temporada Bosch parece haber aplacado sus demonios y el personaje se ha quedado a solas con una autoexigencia que lo lleva a no abandonar sus casos, por antiguos o difíciles que sean: lo que él denomina «buscar la verdad». Y si parece centrado casi en exclusiva a su faceta profesional, son quienes lo rodean los que se ven acuciados por sus propios dilemas. Su hija, atrapada en la incertidumbre de no saber a qué quiere dedicarse en la vida mientras se forma su ética personal. Su compañero, Jerry, ha convertido un caso en un episodio de redención familiar, cuyas raíces se remontan a un trauma de la infancia. Y el jefe Irving libera toda su ambición política, convencido de que será capaz de manejar el precio que debe asumir.

El arranque de la trama propone también un camino engañoso. El robo de material radiactivo de un hospital sitúa a policía y FBI en un estado de alerta ante el hipotético atentado de un grupo terrorista, una línea argumental que depara no pocas sorpresas porque las cosas no siempre son lo que parecen, incluso dentro de los cuerpos de autoridad. Bosch lo sabe, como también sabe lo que es luchar contra la maquinaria de la que eres un engranaje. Ir contracorriente nunca ha sido tan difícil, pero el detective nos enseña una vía para al menos ensayarlo.