«The Walking Dead», la hora de la redención

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

Jackson Lee Davis / AMC

La ficción sobre el apocalipsis zombi estrena hoy su décima temporada y anuncia la renovación por una undécima entrega

07 oct 2019 . Actualizado a las 08:47 h.

La hora ha llegado. La hora de la redención de Negan. La de la batalla contra los Susurradores. La del estreno de la décima temporada de The Walking Dead (esta noche en Fox, a las 22 horas), en la que se podrá ver de nuevo a Samantha Morthon, Norman Reedus, Melissa McBride, Danai Gurira y Jeffrey Dean Morgan en la piel de sus personajes en este apocalipsis zombi que sigue más vivo que nunca.

 Después del duro golpe que supuso la salida de Andrew Lincoln y Lauren Cohan en la primera parte de la novena temporada, la ficción de AMC sigue aportando sorpresas. Una de ellas se anunció esta semana en la Comic Con de Nueva York y es la renovación por una undécima temporada. La otra es que en esa futura etapa reaparecerá la añorada Cohan en su papel de Maggie.

Mientras ese momento llega, el primer episodio de la décima temporada, Día de entrenamiento, escrito por Angela Kang y dirigido por Greg Nicotero, acompañará a los protagonistas en sus jornadas de preparación en el océano para estar listos de cara a su posible enfrentamiento con los Susurradores. Las tensiones entre ellos irán creciendo a medida que tratan de aferrarse a su concepto de civilización.

Transcurridos unos meses después del final de la anterior temporada, cuando los supervivientes se atrevieron a adentrarse en el territorio de los Susurradores durante el durísimo invierno. Ahora llega la primavera y las comunidades agrupadas siguen lidiando con los efectos de la demostración de poder de Alpha, respetando las nuevas fronteras que se les han impuesto, mientras se organizan formando una fuerza de combate parecida a la milicia para afrontar una batalla que parece inevitable.

Los Susurradores, respaldados por una gigantesca horda de muertos, constituyen una amenaza inédita que conduce a una batalla que los supervivientes no podrán ganar. Las dudas sobre lo que deben hacer y el miedo que los atenaza infectarán a las comunidades y los pondrán a prueba como individuos y como sociedad. La propia idea de la supervivencia en un mundo de muertos está en juego.