Un postre gallego con hongos y castaña tiene un impacto positivo sobre la memoria

R. N. P. OURENSE

TEO

PABLO ARAUJO

El proyecto está liderado por las empresas Hifas da Terra y Cuevas y Cía

18 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un postre funcional que se cocinó a fuego lento durante una investigación de tres años, liderada por las empresas gallegas Hifas de Terra y Cuevas y Cía, favorece el desarrollo neurocognitivo y tiene un impacto positivo sobre la memoria. Esas son las principales conclusiones de un estudio clínico al que fueron sometidas cuarenta personas y en el que se mostró un avance significativo en la mejoría de la memoria, la atención, la concentración, la velocidad de procesamiento y las habilidades viso-espaciales.

El estudio se llevó a cabo en el centro sanitario Foltra (Teo) y en él se evidenció que la ingesta diaria de este nuevo postre funcional tiene un importante impacto en aspectos críticos de la salud neurológica, y que también puede ser de utilidad en el deterioro cognitivo asociado a patologías como el alzhéimer. Cada participante en el ensayo fue evaluado mediante pruebas neurológicas, antes y después de la ingesta del alimento. También se hicieron pruebas relacionadas con el área cardiovascular y la enfermería. Los indicadores de mejora recogidos revelan que el producto puede ser de utilidad para la población en general y para personas que deban o deseen mejorar su desarrollo neurocognitivo. «El alimento carece de efectos secundarios adversos, lo que amplía el espectro de aplicación», indicó Aurora Camacho, la responsable médica de la Fundación Foltra. Entre los ingredientes de esta receta del proyecto Neurofood están hongos shiitake y melena de león de la pontevedresa Hifas da Terra y la castaña de la ourensana Cuevas.

El proceso

El consorcio de investigación que ha dado lugar a este nuevo postre funcional contó también con el respaldo de Algamar, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Vigo, Anfaco-Cecopesca y el Centro Tecnolóxico da Carne, que colaboraron en las fases iniciales de un proyecto iniciado en el 2018 y que estuvo financiado por la Axencia Galega de Innovación. Los responsables del estudio coinciden en que estos resultados positivos abren nuevas vías de investigación en las que se podría analizar la composición de la microbiota intestinal de los pacientes antes y después de la ingesta de un alimento funcional.