Ciudad cumbre

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO CIUDAD

17 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas ciudades españolas al margen de las grandes capitales Madrid y Barcelona son elegidas con tanta frecuencia como Santiago para celebrar cumbres políticas de todo tipo, ya sean bi o multilaterales o para la visita, oficial o privada, de altos mandatarios de todo el mundo. Desde el histórico «C'est magnifique!» del presidente francés Valery Giscard d'Estaing, impresionado en la Praza do Obradoiro en 1978, al «es un placer estar aquí, en el majestuoso Santiago» y «es una ciudad fantástica» pronunciados —en la reunión del Ecofin clausurada ayer— por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, respectivamente, son innumerables los testimonios de líderes de todo pelaje que se llevan un recuerdo imborrable y se convierten en prescriptores de primer rango de la ciudad, vuelvan o no en el futuro como turistas, como anticiparon ayer algunos de ellos. ¿Acaso la foto excepcionalmente desenfadada de la severa Lagarde con una tarta de Santiago no vale tanto como toda una campaña de promoción turística por Europa adelante? Pues esta nueva inyección para el prestigio de la marca Santiago de Compostela —y, por ende, de Galicia— es lo que gana la ciudad, al margen de los resultados, si los hubiere, de tan sesudos debates de estrategia económico-financiera. Muchos compostelanos habrán echado pestes estos días con tanto blindaje policial, realizado, por cierto, con considerable tacto pese a ser el mayor y más férreo de la historia de la capital; otros lo aplaudirían por sentirse más seguros que nunca; y muchos otros, tal vez los que más, ni fu ni fa, a fin de cuentas es uno de los peajes del privilegio de residir en patrimonio de la humanidad y meta del Camino. Además, es la historia de dos ciudades que con frecuencia no se tocan. Una institucional que, por serlo, es foco de la actualidad, ya sea por la intensa actividad política que acoge o porque aquí viene a hacerse oír todo aquel que tiene algo que reivindicar. Y, otra, la de su vida cotidiana, la de los compostelanos que van de casa a sus trabajos, a sus estudios o a sus actividades de ocio, incluso ocasionalmente, como estos días, sorteando vehículos policiales. Cosas de ser una ciudad cumbre.