Conquistar vida

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO CIUDAD

28 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Y tanto que había ganas de vida, como dijo muy expresivamente una joven a La Voz en una terraza de Compostela el viernes, a las pocas horas de la nueva, y prudente, desescalada. Que los nuevos territorios conquistados a la pandemia estén petados (ojo, dentro de los límites reglamentarios de aforo) este fin de semana es lo lógico porque es lo humano, después de casi mes y medio enclaustrados y sin poder salir al encuentro de los amigos ni tomarse unas cañas en un bar. Más aún, el buen tiempo, después de soportar tanta lluvia, ha hecho el efecto acelerante de esta alegría difícilmente contenida. Esta vida deseada tiene que ser compatible, a la fuerza, con el cumplimiento de las medidas preventivas que obstaculicen la propagación del virus, porque, de lo contrario, una vida desmadrada devendrá enfermedad y muerte. Otra cuarta ola que debemos evitar a toda costa.

En los dos primeros días de «libertad», en Compostela ha habido muchas más luces que sombras, pero estas, de seguir alargándose como las del ciprés, acabarán en marcha atrás en la desescalada. Que a estas alturas siga habiendo inconscientes que organizan fiestas en pisos -ocho propuestas de sanción la primera noche-, es incalificable, después de tantos meses de advertencias y denuncias. Que haya hosteleros que se salten a la torera las normas estrictas de restricción de aforo -doce sanciones-, también, y no lo justifica el hecho de que el sector esté más que cabreado por la desorbitada factura que está pagando. Estos son excepción, sin duda. Lo que se ha visto el viernes y ayer es que Compostela, en general, cumple. Hay que seguir resistiendo para vencer.