Diálogo interreligioso

Segundo L. Pérez López DEÁN DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

17 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Año de la Misericordia es una iniciativa del papa Francisco que quiere una Iglesia de puertas abiertas, superando cualquier tentación de gueto o confrontación con el mundo y mucho menos con las diferentes tradiciones religiosas. Cruzar el umbral de la puerta de la Misericordia, Puerta Santa, de la Catedral de Santiago tiene mucho camino recorrido y millones de peregrinos a través de los siglos con distintas tradiciones y experiencias religiosas. Hoy urge darnos cuenta de que el diálogo interreligioso no es una estrategia para sobrevivir en tiempos de forzada pluralidad, sino que es una actitud existencial que implica a toda la persona, lo abarca todo e incluye los más diversos ámbitos.

La Iglesia católica es consciente de la importancia que tiene la promoción del diálogo y el respeto entre hombres y mujeres de diferentes tradiciones religiosas. Como Cristo en el camino de Emaús, la Iglesia desea estar cerca y ser compañera de camino de todo hombre. En este contexto, se compromete cada vez más a recorrer el camino del diálogo y a intensificar la cooperación con todos los que, pertenecientes a diferentes tradiciones religiosas, comparten la voluntad de entablar relaciones de amistad y participan en las numerosas iniciativas de diálogo y encuentro.

De este modo, la peregrinación al santuario compostelano será una ocasión propicia para que se vigorice, en los que lo visitan, el deseo de compartir con otros la maravillosa experiencia de saberse amados por Dios y ser enviados al mundo para dar testimonio de ese amor que construye concordia y paz.