Viviendas históricas de Melide caminan hacia la ruina

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE / LA VOZ

MELIDE

<span lang= es-es >Propiedad pública</span>. Situadas en la medieval plaza de As Coles, las dos viviendas las adquirió hace años la Xunta para su rehabilitación.
Propiedad pública. Situadas en la medieval plaza de As Coles, las dos viviendas las adquirió hace años la Xunta para su rehabilitación.

Soberbios inmuebles de principios del siglo pasado están ahora deshabitados, sin que nadie vele por su correcta conservación

12 ene 2016 . Actualizado a las 00:07 h.

Un paseo rápido, pero a la vez despierto, llega para descubrir en Melide un patrimonio civil con históricos inmuebles que sufren los inevitables efectos que tiene el paso del tiempo cuando no se hace nada por remediarlos. Son magníficas construcciones -fueron de las mejores en su época- que con el paso de los años quedaron deshabitadas para emprender el camino hacia la ruina. La trayectoria por las olvidadas casas del pasado melidense se invita a hacer de la mano del director del museo etnográfico de la comarca, Xosé Manuel Broz. Inmerso como está en la preparación de su quinto libro, un trabajo enciclopédico sobre Melide, sitúa cada vivienda en el tiempo.

Broz localiza las más antiguas en As Coles, y no solo por el origen medieval de esta plaza del casco viejo melidense. «Cando se derruíu o interior, viuse como as táboas estaban ensambladas con tarugos de madeira», comenta en alusión a las dos viviendas que, hace años, adquirió la Xunta para usos públicos que aún están sin definir. A juicio de este historiador local, la actuación de rehabilitación parcial que la Administración autonómica acometió en los inmuebles para evitar su derrumbe «é un exemplo de recuperación, a pesar de que se perdeu o seu interior».

Avanzando sin freno hacia el desplome se encuentra la conocida como casa de Sierra, en el tramo del Camino de Santiago que discurre por la rúa Principal o Maior, una calle que Xosé Manuel Broz documenta a principios del siglo XII. Las grandes casas -que, como ahora, no dejaban de ser reflejo del nivel económico de sus propietarios- son más tardías. El director del museo melidense sitúa la mayoría hacia finales del XIX. En la rúa Progreso, vertebrada por la carretera nacional que conduce a Santiago, hay unas cuantas en estado de abandono, más o menos avanzado. Una de ellas es la llamada casa de Fraga, una construcción «moi interesante» por ser, entre otras razones históricas, del lineal urbanístico edificado en el antiguo nabal de Pedrosa, con extensión hasta el aún hoy conocido como O Campo Grande.

Y en la misma travesía se encuentran las casas de A Moa, una calle de acceso a la zona antigua de Melide así llamada «porque era onde estaban as pilas e a moa de pedra para desfacer a casca de carballo coa que curtían as peles». Es en pleno centro urbano donde se ubican esas viviendas también históricas y en las que tampoco reside nadie que vele por su adecuada conservación. No corre mejor suerte el descuidado inmueble que hace esquina con la calle Alexandre Bóveda, mirando al cruce de carreteras. Construido como tal en 1850, definió el crecimiento de la localidad, según apunta Broz, que señala como un «milagro urbanístico» la amplitud del centro urbano de Melide. «A existencia de antigos camiños reais evitou que se especulase co terreo», explica.