La Guardia Civil investiga esta oleada de destrucción que causa estupor y desconcierto
11 dic 2019 . Actualizado a las 01:25 h.Estupor y desconcierto en Arzúa ante la oleada de vandalismo desencadenada por persona o personas desconocidas ayer de madrugada en el centro de la localidad. Ni los más viejos del lugar recuerdan algo semejante. Dos coches destruidos por incendios provocados, otro más en el que lo intentaron; al menos otros siete con las ventanillas destrozadas, y dos o tres más con las ruedas pinchadas. Es el balance de una actuación a la que nadie en Arzúa encuentra explicación. En espera de que la investigación abierta por la Guardia Civil dé resultado, todo son cábalas. No parece que los ataques tuvieran un objetivo concreto, porque son muchos los afectados -la mayor parte de ellos ya presentaron denuncia-, lo que abre la posibilidad de que se trate de una gamberrada mayúscula con la única pretensión de hacer daño.
Los más perjudicados fueron una joven -que no es vecina de Arzúa- propietaria de un turismo Kia Sportage, totalmente destruido tras ser incendiado, y un taxista que además del taxi tiene una furgoneta para realizar servicios de transporte de equipajes principalmente para peregrinos, vehículo este que ardió en toda su mitad delantera y solo quedó a salvo del fuego el espacio de carga. Ambos vehículos estaban aparcados en la calle Rego da Raña, al igual que la mayor parte de los coches, una decena, a los que les rompieron las ventanillas, les pincharon las ruedas o les causaron daños en la carrocería, y otro más que intentaron quemar pero no lo consiguieron. Otros escenarios de los actos vandálicos fueron la calle de Santiago, delante del Concello, donde pincharon las ruedas de al menos un turismo, y junto al centro de salud, en la rúa Padre Pardo. Además, se vincula con estos hechos el destrozo de los maceteros de la pizzería O Rueiro, en la calle Cima do Lugar, en pleno Camino de Santiago.
Las calles más afectadas por la insólita oleada de vandalismo están muy próximas unas de otras, en las inmediaciones de la sede del Juzgado de Primera Instancia, sito en la avenida de Lugo, travesía de la localidad por la carretera N-547, Santiago-Lugo.
El Parque de Bomberos de Arzúa fue alertado por la central de Emerxencias 112 Galicia a las 4.30 de la madrugada, aproximadamente, tras recibir esta una llamada avisando de que una furgoneta estaba ardiendo en la calle Rego da Raña, frente al juzgado. Cuando los bomberos estaban extinguiendo este fuego, observaron que empezaba a arder otro coche, el Kia, unos metros más arriba, pero no había nadie allí. Luego fue apareciendo la sucesión de destrozos en los restantes coches. De momento no se ha podido corroborar si en los vehículos que tenían las ventanillas rotas robaron efectos de su interior.