A Baña celebra su gran tradición musical

Emilio forján A BAÑA / LA VOZ

A BAÑA

cedida

A Riva homenajeará el 17 de marzo a una treintena de vecinos que marcaron una época

25 feb 2018 . Actualizado a las 04:55 h.

A Baña es un municipio con una gran tradición musical que fue cuna de formaciones míticas como Xuntanza o Los Españoles, esta última todavía en activo y una auténtica cantera con su tristemente desaparecida Banda Infantil, que viajó por toda España y Europa. Eduardo Recarey García, que a sus 84 años se resiste a dejar de tocar su saxofón, es una de las figuras claves para entender por qué el próximo 17 de marzo se celebrará una fiesta en el campo da Carballeira para homenajear a los más de una treintena de músicos que ha dado esta parroquia bañesa.

Recarey, aparte de tocar a las mil maravillas el saxo, fue el fundador de orquestas míticas de los años sesenta, setenta y ochenta en las comarcas de Barcala y Xallas. Comenzó su aprendizaje de chaval, acudiendo a clases a Vilar de Cima y tocando en la Banda do Evaristo, de donde pasó a la orquesta Polar, «cando non había altavoces e facías moitos quilómetros para tocar nas festas por camiños de terra». Después recaló en la siempre mítica Ecos de Barcala, con Emilio Andújar, hasta que se fue al servicio militar. «Demetrio de Bugallido, levoume para a Pose de Fontecada, onde estaban os mellores músicos, e alí estiven dous anos. E foi cando fomos tocar a un pobo de León do que era Miguel Torres, que traballara na mina, e fomos nós os que o trouxemos para Galicia pola súa gran voz», relata.

Fundador de orquestas

El periplo de Eduardo continuó por Alemania. «Era unha febre que había, a de emigrar, aínda que eu daquela gañaba cartos. Ata tiña 13.000 pesetas no banco. Pero marchei e botei dous anos e seis meses trabando en una fábrica cerca de Fráncfort», recuerda Eduardo. Allí comenzó a tocar con un grupo de músicos de Ourense los fines de semana. «E gañábamos máis tocando que na fábrica», presume.

Regresó a Galicia y tocó una temporada en La Imperial, de Val do Dubra, y en La Palma. Señala que, aunque fue tentado por Manuel Muñiz para llevárselo a la orquesta Compostela, «eu tiña en mente fundar a miña propia orquestra, e foi como creamos Los Panters (1969-1972) con outros músicos de Santa Comba e Negreira, cando aínda os instrumentos levábanse nos carros», rememora. En Los Panters coincidieron una serie de músicos que luego formarían la mítica Xuntanza: Perfecto Pereira, Eduardo, Rafael da Pena, Fuentes, Manolo Manle y Paco das Fariñas. Cuenta que «como todos querían ser xefes, marcharon e crearon Los Seikos (1972-1982). E dous anos despois volveron e creamos Xuntanza», que es la agrupación más longeva (de 1971 a 1989) y en la que una nueva sucesión de músicos dio lugar a que comprasen los derechos de Los Españoles en 1990 con Manuel Aires a la cabeza.

Eduardo fundó su última orquesta, que fue Nueva Xuntanza (1990-1995), y seguidamente, creó la charanga Os Celtas, agrupación que dejó en el año 2014 para incorporarse como un miembro más de la Banda Municipal de Negreira, hasta la actualidad.

Manolo Aires sigue hoy en día muy vinculado a las verbenas. Estuvo 32 años tocando el bajo, pero hace diez que lo dejó: «Eu fun músico, e nos días que tiña libres era albanel», cuenta Aires, que hoy es técnico de sonido en Los Españoles y representante de orquestas. Comenzó en 1973 con Los Ibéricos, de Negreira. Estuvo siete años en la Río Verde: «Éramos tres, con Andújar». Hasta que ingresó en Xuntanza. «E tres músicos démoslle o golpe de estado a Eduardo, que eramos Liborio, Fuentes e eu, que logo empezamos con Los Españoles».

Losa todavía toca a sus 86 años

Esteban García es el más joven de los músicos en activo y toca la batería en la orquesta Metrópolis. Con siete años comenzó a estudiar en la escuela de música y formó parte de la banda infantil de A Baña «tocando a caixa». Después aprendió a tocar la batería con Juan Silva, formó parte del grupo Rokin´13 y llegó a la mejor charanga de Galicia, Mekánika, de donde dio el salto a la verbena con 18 años cumplidos. «Empecei no 2009 co grupo Limón. Logo pasei a Metrópolis, ata que no 2012 recalei en Cinema, e agora, de volta en Metrópolis», detalla Esteban.

Baltasar Losa Bermúdez, Sarito, es el más longevo de los homenajeados, con 86 años. Vive en Ferreiros y posee un órgano eléctrico que le da la vida: «Cando chove ou pola noite, gústame moito tocar música sacra e pasodobres».

No fue al conservatorio, pero lleva la música dentro. «Eu era un chaval e comecei co requinto na Banda de Música de Santa Comba, que fundou o farmacéutico Ferrer, e que logo dirixiu José Amigo. Pero emigrei a Río de Xaneiro e alí empecei a tocar o clarinete cunha banda de Portugal», recuerda Sarito.

«Cando chove ou pola noite, gústame tocar música sacra e pasodobres», dice el más veterano