Otro error

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

04 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En medio del descomunal despiste, tan preocupante como general al menos en Galicia (¡y en España entera!), ahora el barrio compostelano de San Pedro resulta que es «amigable» con el activo colectivo LGTBIQ+. Parece evidente, al menos para algunos entre los que se encuentra el autor de estas líneas, que se trata de un error de tales dimensiones que hace pensar que se ha perdido por completo la perspectiva.

Porque entonces propongo que otro barrio, villa, aldea o casal se declare «amigable» con los periodistas (una de las profesiones más peligrosas del mundo y fundamental en las democracias, odiada por populistas de uno y otro signo). Otro, amigable con los heterosexuales (me pido descubrir la placa). Un tercero, con las personas víctimas de la violencia de sus familiares, sean mujeres, miembros de dicho colectivo, ancianos y ancianas, niños y niñas, de «género binario» o «no binario» o lo que proceda. Y, claro, no puede faltar una entidad que se declare «amigable» con los inmigrantes.

La revolución francesa de 1789 creó el concepto de ciudadanía. No hizo distinción entre LGTBIQ, heterosexuales, periodistas o víctimas de violencia. Así que descubrir una placa como se ha hecho en San Pedro no ayuda para nada a esas personas (ciudadanos) no heterosexuales. Al contrario: los estigmatiza.

Y es que ese bienintencionado barrio, Santiago entero y sus villas, aldeas y casales cercanos son «amigables» con todos los ciudadanos (y ciudadanas) o no lo son para nadie. Porque la ciudad entera y el territorio entero es de todos y para todos. Sin ningún tipo de discriminación. No entenderlo es simplemente seguir avanzando con paso firme hacia el abismo que, al parecer, tanto nos atrae.