Los dos radares fijos cazan a 1.140 infractores en solo tres semanas en Santiago

r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El 93 % son de O Restollal, que se aproxima ya a las multas del Hórreo en todo el 2019

01 jul 2020 . Actualizado a las 23:23 h.

La movilidad rodada en las vías públicas está volviendo a la normalidad. No a la nueva, sino a la previa a la pandemia del covid-19. El tráfico está todavía en el 70 % del que era habitual en marzo, antes de la declaración del estado de alarma, pero también hay que tener en cuenta que aún hay funcionarios que siguen teletrabajando y que no hay actividad académica y escolar presencial, lo que por sí mismo explica que no se haya alcanzado ya el cien por cien. Pero aun con ese 30 % menos de lo habitual, lo que no remiten son las infracciones. Las que cazan al menos los radares fijos.

Solo entre el 22 de mayo y el 11 de junio, los dos radares permanentes que funcionan en el casco urbano registraron 1.140, más de 54 de media diaria. Y solo uno de ellos ha acumulado en ese plazo 1.064 denuncias. Contrariamente a lo que se pueda pensar, no es el del Hórreo, el punto de la ciudad que registra más multas anuales desde que se instaló ese sistema de vigilancia. El principal foco infractor, al menos del que queda constancia a través de medios técnicos, está ahora en O Restollal.

En funcionamiento efectivo desde mediados de febrero (tras varias semanas a prueba y después operativo, pero sin multar), solo en su primer mes sumó 2.683 infracciones, más de la mitad que las del Hórreo (4.676) en todo el 2019. Una cifra alarmante, pero no del todo sorprendente en zonas con viales urbanos de alta capacidad cuando se introduce un radar, aunque esos registros suelen atenuarse en los meses posteriores. La llegada de las primeras sanciones suele animar a levantar el pie del acelerador, pero esa circunstancia es casi imperceptible en O Restollal si se valora que hay un 30 % menos de tráfico en la ciudad y que el último recuento se limita a 21 días, no a un mes. Su media diaria en este período superó el medio centenar de multas.

La paralización de las notificaciones de las sanciones hasta hace unas semanas, por la suspensión de plazos administrativos que conllevó la declaración del estado de alarma, parece haber relajado la conciencia de los conductores sobre la existencia de ese radar. Está bien identificado, dice el concejal de Mobilidade, Gonzalo Muíños, quien observa que la dimensión del vial y sus características (cuatro carriles y línea recta) puede llevar a despistes, aunque también advierte que la señalización es clara: límite de 50 kilómetros por hora y advertencia de control por radar.

El radar de Conxo, para julio

Más concienciados parecen los usuarios del túnel del Hórreo, cuyo radar logró registros históricos durante el confinamiento, con jornadas por debajo de las cinco, y varias incluso con cero infracciones, cuando su media diaria estuvo el pasado año en las trece sanciones. Mientras el del Restollal llegó a marcar 11 registros superiores a las 50 multas por jornada (tres por encima de las 70) entre los últimos diez días de mayo y los once primeros de junio, el del Hórreo anotó una media diaria de 3,6, con 76 en total. La jornada más caliente en ese punto llegó a las diez infracciones, aunque los cuatro últimos días de ese período se quedaron a cero. La falta de turismo, en cierta medida, puede explicar también esa bajada.

A partir de julio se sumará un nuevo radar fijo. El de Conxo, que quedó instalado antes del estado de alarma, solo está pendiente de su calibración para empezar a funcionar. El Concello ya ha solicitado ese servicio y cuenta con que el radar esté operativo en la primera quincena de julio. Su puesta en marcha seguirá el ritmo que el de O Restollal: unas semanas anunciadas de pruebas y de operatividad sin multar antes de comenzar en serio.

El autobús, con un 65 % menos de usuarios, retomará la totalidad de los servicios el 1 de julio

La recuperación del transporte público también avanza, aunque a un ritmo mucho más lento que el privado. Si este ha recuperado los índices de movilidad previos al covid-19 en un 70 %, el transporte está todavía en torno al 35 %, con unos nueve mil usuarios, aunque para una comparativa con el momento previo a la pandemia hay que tener en cuenta también que el escenario en el servicio a estas alturas no es nunca el mismo que en marzo: la presencia de los universitarios se reduce de forma muy notable en junio.

En cualquier caso, el transporte urbano recuperará todas sus prestaciones desde el 1 de julio. Así se lo ha transmitido ya el Ayuntamiento a las operadoras para que dispongan todo lo necesario. Ahora mismo su nivel de servicios funciona por debajo de lo habitual. Con el estado de alarma bajó al entorno del 33 %, aunque con la desescalada subió por encima del 50 %. Ahora recuperará la totalidad, aunque con el horario de verano, que viene siendo un 20 % menos de servicios.