Juguetes, ¿para quién?

Montse García Iglesias
Montse García AL TRASLUZ

SANTIAGO

17 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo hacerse la pregunta asusta: los juguetes, ¿para quién? Lo malo es que la cuestión comienza a tomar sentido por mucho que el aluvión de anuncios televisivos por las Navidades y las calles llenas durante las cabalgatas actúen como velo. Pero los números hablan. El área sanitaria compostelana ha registrado el peor dato de su historia de nacimientos durante el año pasado. Y si no hay niños, muchos de los servicios orientados a la infancia perderán su razón de ser y pasarán a ser prescindibles, desde las escuelas infantiles que se quedarán sin alumnado a un sinfín de actividades que los tienen como destinatarios. Esas medidas de impulso a la natalidad que tantas veces se repiten desde las administraciones sigue lejos de conseguir sus objetivos. Porque la realidad se empeña en demostrar que no todo es cuestión de ayudas con cheques y de crear guarderías para facilitar que las familias tengan un lugar para dejar a los más pequeños. Eso es insuficiente. Si uno es padre o madre, le gusta tener tiempo para jugar con los niños, para ir a esos parques que cada vez están más vacíos... Porque es difícil plantearse la maternidad o la paternidad si el futuro laboral es incierto o si es difícil llegar a fin de mes. De ahí que la edad de las madres sea cada vez más avanzada. No sorprende que los datos del Clínico sitúe el grupo más numeroso entre los 34 y los 38 años, con 760 de los 2.090 registrados en el hospital. Y el grupo de mujeres que dio a luz entre los 39 y los 43 también es notable, 326. Mientras la natalidad no sea prioritaria en la mesa de los dirigentes políticos, la caída no se detendrá.