Santi Rodríguez: «Hay que reírse más de uno mismo»

SANTIAGO

Cedida

El humorista ofrecerá mañana en el Auditorio Abanca la comedia «Infarto, ¡no vayas hacia la luz!»

26 sep 2019 . Actualizado a las 04:55 h.

Mañana viernes • 21.00 horas • Auditorio Abanca (Preguntoiro, 23) • Entradas con descuento desde 9,60 euros a través de clicentradas.es • El conocido autor y humorista Santi Rodríguez recala mañana en Santiago con la comedia Infarto, ¡no vayas hacia la luz!.

-Sufrió un infarto en el 2017, ¿cuánto de su propia experiencia hay en el espectáculo?

-Bastante porque lo que cuento es lo que me pasó. Eso sí, en lugar de narrar la experiencia en un tono normal, pues lo cuento en tono de comedia porque es una buena manera de superar las cosas y, además, de que la gente pase un buen rato.

-¿Es la risa el mejor antídoto para esos momentos difíciles?

-No sé si es el mejor antídoto, pero que es uno de los mejores o de los más efectivos, sí. Si no lo es la risa, sí el optimismo; la filosofía positiva ayuda muchísimo.

-¿Qué encontrará el público en el espectáculo «Infarto, ¡No vayas hacia la luz!»?

-La historia de una persona que ha tenido un problema de salud y cómo enfoca esa persona todo lo que le va pasando durante el tiempo que está ingresado en el hospital. Se va a encontrar con una habitación de un hospital, con todo lo que estas tienen, con un enfermo con su camisón y su gotero... Les voy a contar toda la historia, todo el proceso. Por la experiencia de todo un año haciendo esta obra de teatro, mucha gente que ha tenido algún problema similar agradece mi visión porque le ayuda a salir del bucle tóxico que tienes con esta enfermedad.

-Acompañando al título de la obra aparece «una comedia para morir de risa». Por su prolongada trayectoria, ¿cuesta más ahora reírse que hace años?

-Creo que cuando tú pones todo de tu parte, cuidas mucho la puesta en escena y lo que ofreces, el público ríe con ganas. Cuando entras en un teatro para ver un espectáculo de estas características, lo que tú asumes es que vas a pasar un buen rato y a tratar de olvidarte de los problemas durante el tiempo que dura la función. Creo que la gente tiene ganas de reírse, de pasar un buen rato.

-Hay un bum de monologuistas, hay más espectáculos, pero, al mismo tiempo, parece que algún chiste o el humor también molesta. ¿Lo políticamente correcto está matando el humor?

-No lo sé, pero ha llegado un punto en el que nos ofendemos por cualquier cosa. Creo que tenemos que entender a qué se juega en cada momento. Si vamos a un teatro, tenemos que asumir que es eso, y que no hay que tomárselo como si fuera algo que se oye en el día a día. Hay que asumir que hay un juego y hay que aceptar esas reglas sin tomárselo a mal. Hoy en día se mira todo con lupa y de cualquier cosa que se haga humor -que el humor es remover conciencias- hay un problema. Entonces, el problema no es del humor, sino de la gente que mira esto con lupa. Te lo digo yo, que mi humor es muy blanco.

-¿Nunca le coartó?

-Yo me autocensuro previamente. Desde el momento en el que tú le ves el lado cómico a algo, la persona de la que estás hablando se puede sentir molesta. Yo, como el primer objetivo que tengo al reírme de algo es de mi mismo, entiendo que lo que debería hacer mucha gente es reírse más de uno mismo y estaríamos todos mucho mejor.