Alejandro Sánchez-Brunete: «Seré un portavoz distinto: Hernández era además candidato, y yo no»

rosa martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Abierto a negociar los presupuestos, afirma que el Xacobeo reclama una especial disposición al diálogo

05 sep 2019 . Actualizado a las 15:50 h.

El portavoz adjunto del PP, Alejandro Sánchez-Brunete (Santiago, 1969), asumió ayer el liderazgo del grupo municipal ante la marcha de Agustín Hernández. Brunete toma el timón, aunque sin aspiraciones personales para encabezar la próxima lista. «El PP debe buscar nuevos valores», dice, tras reconocer el «esfuerzo personal» de Hernández para asumir la alcaldía en el 2014. Con capacidad para decantar mayorías en una corporación en la que la brecha entre PSOE y CA crece, el PP se muestra abierto a negociar los presupuestos del 2020.

-Se entiende que ese relevo no supondrá cambios programáticos. ¿Y de discurso?

-Estamos en un tiempo nuevo. Estos años hicimos oposición muy firme a un gobierno antisistema. Ahora esas circunstancias han cambiado; hay otro gobierno que está en sus primeros pasos y estamos a la expectativa de lo que haga, de cuál sea el ejercicio del poder por parte de Bugallo.

-¿Y el personal? Usted fue muy incisivo y mordaz en el anterior mandato tanto con el gobierno como con el resto de la oposición.

-A veces tuve que asumir la portavocía en los asuntos más polémicos y tuve que ser especialmente riguroso y en alguna ocasión habré podido ser mordaz. Con la portavocía, ese registro se tiene que modular porque no solo se trata de hacer crítica de lo que lo merece, sino que tengo la responsabilidad de intentar alcanzar algunos consensos con el gobierno y ese registro cambiará.

-¿Cómo se asume un liderazgo repentino tras años en segundo plano?

-Siempre hay cierta afectación a tu propia identidad personal. Es cierto que estaba acostumbrado a cierta exposición pública, pero ahora será mayor y con más responsabilidades. Y hay que adaptarse a la nueva situación. En todo caso, seré un portavoz distinto a Agustín. Él fue un portavoz-candidato y yo soy un portavoz no candidato, y hay una diferencia sustancial. Mi propósito es dar el mayor juego posible al equipo de concejales y ponerme a disposición del partido, que está buscando perfiles nuevos que puedan ser referencias del PP de Santiago a medio plazo.

-Quedan 4 años para las elecciones ¿Estará usted entre ellos?

-No, yo creo que no. Sinceramente, me siento más a gusto en una segunda posición que en primera; lo digo con toda la franqueza, y quien me conoce lo sabe. Por tanto, mi papel no será tanto de absorber luz como de intentar proyectar luz sobre nuevos valores que puedan ir emergiendo.

-O sea, ¿no estará en esa carrera?

-No, no. Mi vocación no es esa. Y, además, creo que la obligación del PP es buscar nuevos y buenos perfiles que puedan ser la referencia del partido en Santiago y ahí voy a estar echando una mano.

-¿Qué tal su relación con Bugallo?

-No es que tenga un trato mayor con él, pero lo conozco desde hace años y es cordial. Él es cordial en el trato y con un discurso aparentemente cabal y sensato; otra cosa es que después, en el ejercicio de la acción de gobierno, se produzcan determinadas desviaciones de ese discurso, pero la sintonía personal es buena.

-Noriega percibe una desviación en él, hacia la derecha.

-Ellos pueden interpretar que todo en la vida se derechiza, pero Bugallo es alcalde elegido con votos de centro izquierda y nosotros somos un partido de centro derecha, por lo tanto habrá diferencias, como también habrá posibilidades de establecer espacios de consenso. Creo que tiene que haber espacios y tiempos para el consenso e incluso para el disenso, pero tiene que haber asuntos en los que podremos llegar a acuerdo, como las viviendas turísticas y la gestión del casco viejo.

-¿Su prioridad más urgente?

-El Xacobeo me preocupa: la ciudad tiene que estar preparada para absorber y encajar el flujo que llegará y eso tiene que ser una fuente de oportunidades, no de problemas. Y la falta de dotación de plazas de la Policía Local me preocupa muchísimo. Creo que de manera conjunta tenemos que dar un aldabonazo en Madrid para que se modifique la normativa que permita la incorporación de efectivos extraordinarios. Es esencial para el 2021.

-¿Están abiertos a negociar los presupuestos del 2020?

-Evidentemente. Durante cuatro años fuimos excluidos. No tenemos una visión prejuiciada, pero vamos a ver qué presenta Bugallo. Ante un año tan decisivo como el Xacobeo, nuestra responsabilidad es la de mostrar una especial predisposición al diálogo, lo cual no quiere decir que vayamos a regalar nada al gobierno.