Valladares y el Santiago se divorcian

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El técnico cierra una etapa de quince años, siete al frente del primer equipo

03 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de quince años de relación, Santi Valladares y el Santiago Futsal se divorcian. Nadie lo hubiese pronosticado el pasado curso y todo el mundo lo veía venir desde que hace poco más de un mes el técnico compareció en rueda de prensa, acompañado de los capitanes, para exteriorizar la preocupación del vestuario por el impago de las nóminas de enero y febrero y, a la par, reconocer que su relación y la comunicación con el presidente, Ramón García, estaban bajo mínimos. El técnico argumentó su decisión de poner el punto y final sobre dos ejes: la falta de transparencia y la quiebra de confianza con el primer mandatario. También aludió a la desatención de los pequeños detalles.

Lo cierto es que los problemas de liquidez y de retraso en el abono de las mensualidades no es algo nuevo de esta temporada. Pero es en esta cuando se ha roto la baraja.

Valladares recordó que cuando empezó la campaña, uno de los puntos de partida que su puso sobre la mesa fue el de la puntualidad en los pagos, tras volver a bajar el presupuesto. Pero en septiembre surgió el primer bache.

Desde noviembre

El punto de inflexión llegó, sin embargo, más tarde. Lo sitúa en noviembre, tras una conversación con el presidente que «fue el detonante». Y decidió que «no iba a continuar en el club».

No abundó sobre el particular, si bien en otro momento de su intervención dejó otra reflexión genérica: «Si lo dejas todo por un club y necesitas algo de ese club en un momento determinado, tienes que tenerlo. Y no lo he tenido».

Cuando se le preguntó si los desencuentros eran solo con el presidente o con la entidad, argumentó que en el Santiago Futsal «las dos personas que realmente dirigen el club son Ramón y Miguel (el director general). Miguel y yo nos vemos todos los días. No es la relación que venía siendo habitualmente. No es la correcta, o por lo menos la que yo desearía. Y con Ramón, aunque somos cordiales porque somos personas educadas, la relación no es buena».

Santi Valladares asume que a nivel personal da un paso que tiene sus riesgos, ya que el Santiago Futsal le permitía dedicarse al fútbol sala en su casa. Se va sin tener ninguna oferta sobre la mesa, a la espera de acontecimientos, con una edad en la que «hay que cotizar» y sabiendo que, en el peor de los escenarios, tiene dos años de paro.

El sábado dirigirá el último partido de Liga, ante el Talavera. El epílogo lo pondrá en la fase final de la Copa Galicia.

Con emoción contenida, el técnico agradeció todos los apoyos recibidos a lo largo de estos años y se despidió uno por uno de los presentes en la rueda de prensa, incluidos los integrantes de la plantilla.

Ramón García coincide con Valladares en que «ha habido un deterioro mutuo» en la relación entre ambos, y que los dos últimos años han sido particularmente de «mucho desgaste». Considera que lo que toca es «seguir y mirar hacia delante».