Coches en las aceras y peatones por la calzada

Margarita Mosteiro Miguel
marga Mosteiro SANTIAGO/ LA VOZ

SANTIAGO

La colocación de bolardos en el entorno del centro sanitario no resuelve el caos para aparcar

29 ene 2019 . Actualizado a las 14:08 h.

No hay manera. Ninguno de los dos hospitales de Santiago tienen resuelto un problema básico: el aparcamiento. Si en el Clínico se vive un caos matinal de lunes a viernes, en el de Conxo no se pasan mejor las mañanas. Las aceras de este hospital fueron remodeladas, como también lo fueron las del Clínico, en un intento de que los usuarios del centro hospitalario no sufrieran un accidente al pisar unas baldosas que están hechas añicos por los neumáticos de los coches. Los lugares remodelados son fácilmente reconocibles, y más aún la mejora en los pasos de peatones, donde se rebajaron las aceras y se colocaron baldosas antideslizantes de color rojo. Pero aún quedan espacios por mejorar. Por ejemplo, las aceras de la rúa Ángel Baltar, hacia Pontepereda, donde los coches mal aparcados destrozan el camino peatonal.

Aprovechando la reforma de aceras en el entorno del hospital, se colocaron también nuevos bolardos para dejar claro que las aceras no son plazas de aparcamiento. Pero los conductores ocupan cualquier hueco libre, y por ello los bolardos habría que colocarlos a lo largo de todas las aceras que rodean el hospital de Conxo. Solo así, los peatones podrán caminar con tranquilidad.

Estacionar, misión imposible

No hay duda. Las plazas de aparcamiento del centro hospitalario son absolutamente insuficientes. Ni el acondicionamiento de un amplio terreno junto al área del Banquete de Conxo permite resolver esa falta de espacio. A partir de las once de la mañana resulta casi imposible estacionar un coche allí, y mucho antes lo es delante o en el entorno del hospital. Ya no digamos en las aceras que están libres de bolardos.

En los espacios más cercanos al hospital es imposible encontrar una plaza libre. Y si por suerte queda una libre, el atasco estará servido. El conductor que ve salir un coche no moverá su vehículo hasta que pueda aparcar el suyo. Esta situación provocó otro impresionante atasco en la mañana del jueves pasado.

Durante la realización de este chequeo, entre las 10.30 y las 11.30 horas, se formó una larga cola de vehículos en la rúa Ángel Baltar, como consecuencia del taponamiento que se produjo en la entrada y salida de coches del área de aparcamiento del Banquete de Conxo. A ese espacio se accede y se sale por el mismo sitio. El problema es que solo cabe un coche, porque otros vehículos aparcan impidiendo la circulación en ambos sentidos. Por si fuera poco, la plaza reservada para la ambulancia del 061 delante de su oficina, junto a este aparcamiento, ciega la visibilidad a los que salen del párking. Como no podía ser de otra forma, la línea amarilla que impide aparcar delante del 061 es solo un adorno. Los coches ocupan la calle desde primera hora de la mañana.

En la urbanización Pontepereda sufren la presión del hospital. Por la mañanas el ir y venir de coches aparcados junto a sus puertas es constante. Tener un amigo residente en la zona que te permita dejar el coche para realizar una gestión es un tesoro.

Por eso la mejor opción para ir al hospital de Conxo es el bus. Al que viene de lejos le conviene dejar el coche en un párking del centro, y coger el bus o bajar andando. Eso sí, cuidado con las baldosas sueltas y atentos a los coches antes de bajar a la calzada.