Mirar atrás

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

04 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pasados tiempos de vino y rosas tenían que haber dejado unas cuentas lecciones bien aprendidas. Pero no. No lo parece. Ahí estamos, dispuestos a precipitarnos de nuevo por la ladera para dar alocado volumen a la bola de nieve de la codicia inmobiliaria que tan mal reventó hace diez años. Y ahí están las administraciones públicas, al vaivén del cortoplacismo y el electoralismo que tantas heridas sangrantes dejaron en la piel de Santiago, en peligro de golpearse, de golpearnos, contra la misma piedra en cuanto la economía vuelva a calentarse de verdad y empiecen a trazar grandes proyectos vendibles en busca de votos. Todo se andará, pero ya hay algunas señales de alarma. Solo un ejemplo: mucho hablamos de la nueva Facultade de Medicina en el entorno del Clínico, pero muy poco de la reordenación de los usos universitarios, hospitalarios y municipales implicados. No podemos permitirnos otro Hospital Xeral convertido en mole de los horrores en el centro de la ciudad durante más de quince años; y a ver si ahora, por fin, va adelante el proyecto para su reutilización. La vieja terminal del aeropuerto y las instalaciones recreativas que durante más de 75 años explotó el Aero Club en Lavacolla son otro paradigma a la compostelana de la nula previsión de los gobernantes, de ese irresponsable tirar para adelante para cortar la cinta -la de la nueva terminal aérea- sin mirar a lo que se sustituye y el coste que tendrá para todos los ciudadanos. Muy cerca de allí, ya nadie se acuerda de la última vez que un militar pisó el campo de tiro de Bando, otro producto de la desidia ministerial. Construyamos infraestructuras necesarias, pero no sin garantizar nuevos usos a lo que dejamos atrás.