Lavacolla despega en casa y planea fuera

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Cimenta su récord de viajeros en el crecimiento del tráfico nacional, que triplica el incremento del exterior

12 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La recuperación de Lavacolla es una realidad y las cifras que la sustentan resultan irrefutables. El aeropuerto compostelano cerró el 2016 con 214.000 viajeros más de los que atendió en el 2015, que le han permitido superar en 46.410 su registro del 2011 y batir así el que era hasta ahora su récord histórico. Los números difundidos ayer por Aena son espectaculares se miren por donde se miren. Las aerolíneas operaron 21.277 vuelos, de los que 19.464 fueron comerciales. En solo tres años, Lavacolla ha incrementado su tráfico en 437.000 pasajeros, lo que supone que en el último ejercicio pasaron por la terminal 1.200 usuarios diarios más que en el 2013. Pero el nuevo techo comercial del aeropuerto se ha cimentado en torno a un cambio sustantivo en la evolución de la demanda. Si en los últimos años la programación internacional se había convertido en su principal motor, ahora son los vuelos nacionales los que están propulsando el despegue de Lavacolla.

El crecimiento de las frecuencias domésticas (con 1.965.381 pasajeros en el 2016) triplica con holgura el incremento de la demanda en las conexiones con el extranjero (que movieron 541.413 viajeros). El dato del tráfico internacional es positivo. Por vez primera se rebasa el medio millón de billetes despachados por las compañías que operan enlaces internacionales con Santiago. Pero mientras ese segmento creció un 2,9 % el año pasado, la demanda de pasajes para las conexiones nacionales repuntó un 11,3.

Esta diferencia abre un nuevo filón para el análisis. Por una parte, las cifras del tráfico exterior constatan que Lavacolla conserva su empuje como principal puerta de entrada de los visitantes extranjeros que eligen Galicia. Además, no podía ser de otro modo en un año histórico en cuanto al balance turístico de la comunidad. Pero ese índice de crecimiento que no alcanza siquiera la tercera parte del experimentado por el tráfico nacional también revela que el aeropuerto ha salido penalizado en sus resultados comerciales por la merma de su oferta de vuelos con el exterior. Además del enlace con Estambul, Santiago perdió tras la temporada estival los de Fráncfort, Ámsterdam, Berlín, Múnich, Düsseldorf y Bruselas. Son decisiones que ahondan en la estacionalización, que se presenta como el mayor hándicap para el objetivo del aeropuerto de afianzar una programación internacional atractiva y con continuidad más allá del verano. Aunque esa estrategia ha recibido en los últimos meses una nueva baza, con el desembarco en Lavacolla del gigante Lufthansa, que de entrada permitirá retomar los servicios directos con Fráncfort (mejorado respecto a la ruta que operaba Ryanair, porque ahora tendrá como destino el aeropuerto principal) y Múnich. Eso sí, de momento esos enlaces seguirán adoleciendo de las mismas debilidades en cuanto a su circunscripción a la temporada de verano.

En cuanto a los resultados de diciembre, Lavacolla cerró el último mes del año con 1.445 vuelos operados y 174.396 pasajeros, un 6,1 % más de los que pasaron por sus instalaciones en ese mismo período del 2015.

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