«El domingo no me podrá bendecir el Santo»

Brais Capelán SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sergio Parra

La laureada actriz vallisoletana representará la obra «Reina Juana» en el Auditorio de Galicia

14 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Este domingo una de las mejores actrices españolas de todos los tiempos llega a Santiago para interpretar a uno de los personajes más reconocidos de la historia nacional. Concha Velasco (Valladolid, 1939) se plantará en solitario sobre el escenario del Auditorio de Galicia (Domingo a las 20.30 horas. Entradas a la venta en taquilla y puntos habituales) para interpretar Reina Juana, de Ernesto Caballero, que narra las últimas horas de vida de Juana I de Castilla, la loca.

?¿Cómo se encuentra actuando sola sobre el escenario?

?No considero que esté actuando en solitario. Hay que aclarar que Reina Juana es un espectáculo virtual que narra lo sucedido la última noche de vida de Juana de Castilla. Ella sabe que va a morir y confiesa. Aunque solamente actúo yo, Gerardo Vera [el director de la obra] quiso que la función fuese una gran representación. De hecho, aparecer virtualmente el resto de personajes que intervienen en el texto y yo tengo que interactuar con ellos durante la función.

?Debe ser difícil trabajar con personajes recreados.

?Por supuesto, pero cuando salgo al escenario disfruto tanto que no me doy cuenta. En mi casa están hartos de que les hable de esta obra.

?¿Cuánto tiempo le llevó preparar este papel?

?Fue un año entero de estudio con cincos horas diarias dedicadas a cada página del libreto. Me levantaba a las cuatro de la madrugada para estudiar el papel y cumplir con el tiempo.

?¿Está satisfecha con la acogida que está teniendo la obra?

?Estamos muy contentos. Llenamos los teatros noche tras noche y las críticas son maravillosas. De hecho, he ido guardando cada una de ellas y quiero hacer un edredón con todas. Me encanta coleccionarlas, tengo mi casa empapelada con reseñas de mis obras.

?El papel de Juana de Castilla es uno de los más recurrentes del sector audiovisual.

?Cierto. Lo que sucede es que se ha interpretado siempre hasta el momento de La Corona Partida, pero nunca se ha hecho nada de los últimos momentos de este histórico personaje. Nadie ha querido investigar aquella última noche de Juana de Castilla hasta ahora. Pero sí que es cierto que todas las actrices que han interpretado este papel han hecho un trabajo soberbio, tanto Aurora Bautista, como Pilar López de Ayala o Irene Escolar han estado fantásticas. Sin embargo, no han tenido que interpretar a la Juana anciana como yo.

?¿Entonces no se ha inspirado en ninguna de ellas?

?Por supuesto que no me he inspirado en ninguna. Es más, le tengo mucho respeto a los trabajos de todas mis compañeras de profesión. Sería incapaz de revisar alguno de sus papeles. Por ejemplo, yo he rechazado hacer La Tía Tula porque ya lo había hecho Aurora Bautista, una persona a la que admiro muchísimo. Nunca hago cosas que hacen otras actrices, creo que hay otras muchas formas de conseguir inspiración que basarme en sus trabajos.

?¿Aprovechará este domingo para hacer turismo por Santiago?

?Ojalá pudiese, pero me es imposible. He tenido mucha mala suerte. Tengo que ir al auditorio directamente a ensayar, pues el espectacular montaje de la obra implica mucho tiempo de preparación. Hay que recordar que en la función se recrean hasta hundimientos navales. Se trata de un espectáculo muy grande.

?¿Ha tenido mejor suerte en otras ocasiones y ha podido visitar la capital?

?Desde luego. Voy mucho a Santiago y me encanta. Lo que pasa es que el lunes tengo que estar en Madrid para grabar Cine de barrio en los estudios de TVE y la agenda no me permite ni siguiera a mi, que soy muy creyente, poder ser bendecida por el Santo Apóstol el domingo. Sí es cierto que he realizado el Camino de Santiago en dos ocasiones: una con mi madre y otra con mi marido.

?¿Hay Concha Velasco para rato?

?Por supuesto. Por qué iba a dejar de actuar si Robert de Niro, Al Pacino, Lola Herrera o Pepe Sacristán continúan. La nuestra es una profesión en la que mientras tengamos salud y cabeza no hay necesidad de dejarlo.