«Voy con mucha ilusión a Santiago, mi padre nos contó cosas maravillosas»

La música está en sus genes, pero Soleá Morente (Madrid, 1985) tardó en dar el salto en solitario y seguir los pasos de su padre, el cantaor Enrique Morente que falleció en el 2010, y de sus hermanos Estrella y José Enrique. Esta noche mostrará en A Quintana su fusión de flamenco y rock.

-Llega a Santiago con su disco «Tendrá que haber un camino», ¿la fusión de estilos es el camino por el que ha apostado?

-Sí, es la línea en la que estoy trabajando con lo que tengo, con lo que sé y con lo que soy. Son mis influencias y raíces flamencas, porque yo vengo del flamenco, y luego me interesa la apertura hacia otros géneros y la exploración de otras texturas, de otras formas de hacer música que, unidas al flamenco, me permiten enviar un mensaje con el que me identifico y me puedo expresar.

-Con sus raíces, ¿tuvo claro que no podía olvidarse del flamenco?

-El flamenco va conmigo desde que era muy pequeñita: he cantado, he bailado, he escuchado mucho flamenco en casa desde la barriga de mi madre. Ahora ese conocimiento flamenco me sirve para dirigirme a otros lugares, el flamenco es mi vehículo.

-Actuó con su padre en su trabajo «Omega», que significó una revolución en el flamenco (lo hizo en colaboración con el grupo rock Lagartija Nick) ,¿fue la primera vez sobre un escenario?

-Sí, Omega fue la primera vez que subí. El primer Omega fue en diciembre de 1995 en Granada y tendría 8 o 9 años, era pequeña y casi no llegaba al micro, me ponía de puntillas, estaba supernerviosa, pero parece que me gustó, me lo pasé increíble y quería formar parte de todos los Omegas. Es algo que, cuando te gusta y lo sientes, es como un veneno que te entra y te engancha.

 

 

 

-En cambio, tardó en ponerse delante del micro como vocalista principal, porque no fue hasta Los Evangelistas...

-Hasta el 2011, que salió el primer disco. Esa colaboración fue un punto de inflexión en mi vida y en mi carrera.

-Y ahora, en solitario...

-Siempre estuve en contacto con la música, cantando, bailando, tomando clases pero, a raíz del EP Encuentro con Los Evangelistas, he ido como en búsqueda de algo, tenía como una necesidad de expresarme, de contar lo que uno lleva dentro. Yo no pretendía sacar ningún disco ni lo fui buscando, sino que es un disco que ha surgido del diálogo con mis amigos y de la gente que admiro. Entonces, me encontré con unas cuantas canciones. Es un material diverso porque, a primera vista, no guarda una continuidad entre unas canciones y otras, porque son muy diferentes, pero luego por sí solas se han ido ordenando y mi disco ha tomado un sentido y una unidad, que es como soy yo.

 

-Es la primera vez que actúa en Santiago...

-Sí y voy con muchísima ilusión, porque mi padre ha estado en alguna ocasión y ha sido maravilloso, siempre nos ha contado cosas maravillosas de Santiago. Es un lugar que hay que conocer y, si puedes ir con tu arte y con tu música y compartirla allí con su público, pues mejor. Mi padre estuvo con Omega en Santiago y fue inolvidable. Vamos con muchas ganas.

 

-¿Se imaginaba su padre que le uniría al flamenco el rock?

-Creo que sí. Mi padre era una persona que tenía una sensibilidad tan grande que, a veces, esa misma sensibilidad le hacía predecir las cosas.

-En la música, el apellido Morente tiene mucho peso, además de su padre están sus hermanos, ¿siente más responsabilidad por ello cuando afronta un proyecto?

-Es un punto a favor siempre venir de donde vengo, aunque es una responsabilidad grande. Mi padre y mis hermanos son un ejemplo y el espejo en el que me miro. Sigo aprendiendo de ellos.

La artista. Soleá Morente (Madrid, 1985). En 2015 publicó su primer disco.

 

Su banda. La acompañan artistas de amplia trayectoria como JJ Machuca, Floren (Los Planetas), Mafo (Pájaro Jack), Antonio Arias (Lagartija Nick), Miguel Martín y Eduardo Pacheco.

 

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