La empresa también ha requerido a la Xunta para iniciar el servicio a las cinco de la mañana y llegar a los primeros vuelos
09 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La empresa de transporte regular de viajeros Freire se mueve por la hora vieja, muy a su pesar, en la conexión de la ciudad con el aeropuerto de Lavacolla. Y todo se debe a que la costosa reforma del aeródromo la ha dejado en fuera de juego.
La empresa lucense tiene la concesión autonómica de la línea Santiago-aeropuerto. Pero esa autorización le permite ir desde el centro urbano a la terminal vieja aeroportuaria. Y ahí ya no embarca ni desembarca nadie, únicamente los roedores y las plantas invasivas. Es una instalación vacía de contenido que, al parecer, tiene muchas novias, pero ninguna formal. Aena no hay ahora mismo ningún destino para ella.
Así que la compañía Freire optó por no detenerse ahí, pese a que así figura en la concesión, y sigue su camino con el pasaje a bordo hasta la nueva terminal, en donde sí embarca y desembarca la gente.
La empresa, por si las moscas, decidió eliminar esa incoherencia y solicitó oficialmente el cambio a la dirección xeral de Mobilidade de la Consellería de Medio Ambiente. Representantes de este departamento consideran que se trata de una anomalía, aunque agregan que su corrección se mueve más en el plano formal que en el funcional. Así que la Xunta ha decidido estirar formalmente el trayecto hasta la terminal nueva.
Pero no es tan formal otra petición de Freire depositada sobre el tapete de Medio Ambiente: la modificación del horario del servicio no para llegar a la nueva terminal, sino para llegar a tiempo a la misma. La empresa ha remitido la solicitud a la Xunta porque hay un tramo de horario en Lavacolla sin cubrir y, por tanto, un tramo de servicio de transporte sin cumplimentar.
En ese escrito, Freire pone de manifiesto que no hay autobús para los primeros pasajeros de la mañana, es decir, los de los vuelos más tempraneros. Y requiere el inicio del servicio a las 5.00 de la mañana. La empresa está saliendo de la ciudad hacia Lavacolla a las 6.00, una hora que no resuelve el embarque de los pasajeros al avión de las 6.45 que vuela a la capital de España.
Pero la medida afecta a cualquier vuelo que parta de Lavacolla antes de las 7 de la mañana, porque los pasajeros tendrán que recurrir a otros medios de transporte. Sin ningún tren que una Santiago con el aeropuerto, una demanda que tardará décadas en plasmarse, a los viajeros les resultará útil el coche particular o el taxi. El autobús plaza de Galicia-aeropuerto les cuesta 3 euros ida y 5,10 ida y vuelta.
Son centenares los viajeros afectados por la ausencia del autobús mañanero en lo que se considera el aeropuerto central de Galicia. Y hay personas que expusieron sus quejas por la carencia de este servicio.
A la inversa, de Lavacolla a la ciudad no hay apenas problemas. Solo uno: la petición de Freire hace mención en este caso al final de la jornada. Es decir, el último autobús sale hacia Santiago a la 1.00 de la madrugada desde el aeropuerto y buena parte de los asientos van vacíos. No parece buena hora para el transporte en bus, así que a Freire le sería preciso retirarse una hora antes, a las doce de la noche. La Xunta señala que está en trámite la solicitud de la empresa Freire.