La oposición solo ve normal, por ahora, el gesto del futuro regidor para reconducir la falta de diálogo de Currás
12 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Normalidad. Esa fue la palabra del día ayer en Raxoi. Les valió tanto al alcalde como a Reyes Leis -que por la tarde recibían a los profesionales del Audiovisual en Galicia- para apuntar que todo funciona, pese a que la gestión municipal recae ahora mismo solo en ellos dos. Pero también a la oposición para señalar, en esencia, lo contrario. Porque ni para Paco Reyes ni para Rubén Cela no solo no es normal la situación de un Ayuntamiento donde el gobierno se ha quedado con cuatro de sus 13 ediles. Tampoco lo es la práctica inexistencia de relación con la oposición. Y en esa circunstancia es en la que repararon ambos para valorar el gesto del futuro alcalde, Agustín Hernández, de haberse puesto en contacto con ellos y con los representantes de los trabajadores. «O que fixo de momento Hernández é de libro», refiere Reyes, porque lo que está «fóra de toda norma política é o que se tiña feito ata agora». «Isto é o mínimo que tiña que facer un alcalde», zanja en alusión a Ángel Currás, mientras que el nacionalista afirma que el gesto del conselleiro sí «é unha cuestión de normalidade», porque «o que era anormal era o de antes».
Pero es otra la normalidad a la que apelan Currás y Leis. Insisten en que la ciudad no se resiente. «Estamos facendo todo o que podemos para que o Concello funcione con normalidade, e creo que non hai ningunha dúbida nese senso, a cidade non está a parar en ningún dos seus ámbitos e dos seus servizos, que é a nosa responsabilidade», dice Leis.