Ser natural, ensayar una mirada atractiva, cuidar el aspecto físico y tener conversación siguen siendo las recetas para encontrar pareja
18 mar 2012 . Actualizado a las 07:04 h.El arte de la seducción parece que no ha cambiado tanto, pese a que las redes sociales invaden nuestras vidas y el número de parejas que se conocen gracias a Internet es cada día más numeroso.
A esta conclusión debieron llegar en la noche del viernes una veintena de jóvenes, en realidad adultos de entre 25 y casi cuarenta años, que participaron en un taller de seducción promovido por el Concello de Vedra e impartido por personal del programa Quérote+, vinculado a la Dirección Xeral de Xuventude.
A priori, todo apuntaba a que la convocatoria corría el riesgo de ser un fracaso. De hecho, en el grupo hay varios trabajadores jóvenes del Concello que se integran en el grupo quizá para caldear un ambiente que enseguida sube de temperatura sin necesidad de empujón alguno.
A crear buen rollo contribuye sin duda Yago, el trabajador social encargado de dirigir el debate. Para arrancar, todos los participantes deben reconocer sin tapujos cuales son las expectativas que se marcaron al anotarse en este taller de seducción y también qué técnicas emplean para conquistar.
Si algo queda claro desde el primer momento es que ninguno de los presentes pierde una noche de viernes para que le enseñen a conseguir un ligue para pasar el rato. Todos y todas buscan una pareja más o menos estable. Y es aquí cuando la cosa se complica.
El justo equilibrio entre la seducción y el engaño para no descubrir ni cartas ni defectos, arreglarse demasiado o dejar de lado ideas que puedan asustar a la presa son las dudas que quieren despejar todos. Una joven (tras el taller todos los alumnos pidieron preservar su anonimato para que no se les chafe la operación conquista) reconoce sin tapujos que es la que toma la iniciativa: «Eu vou detrás deles, e moitas veces escápanme. Pero eu son así». Y su técnica ya encuentra contrarréplica : «Pois debe ser a única, porque eu mulleres así non coñezco...».
La tradición tiene su sitio y el antiguo truco de pedir fuego o un pitillo también sale a colación. Uno de los mayores del taller dice que este sistema le daba sus frutos pero, con la ley antitabaco, la cosa se acabó. Nada de eso. Es más, la técnica tiene un nombre: smirting, les explica Yago.
Pero hay para quien eso de la seducción es un «mal rollo» porque «nunca eres tu misma» lo que, a la larga, puede derivar en fiasco. Peligro, porque, como dice otro participante: «Eu non estou para perder o tempo». La cuarentena le acecha.
en directo taller de seducción en vedra
«Eu era dos que pedían lume, e quedei sen técnica por culpa de Zapatero»