«Los críticos son como los árbitros»

PACHO RODRÍGUEZ

SANTIAGO

Con una discografía y una trayectoria que quita el hipo, el legendario artista trae un nuevo disco, «Dice la gente», con el que empieza a reconciliarse con la industria «Ni soy intocable ni tengo tanto dinero como para que me dé igual lo que digan de mí»

18 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuando salió este Dice la gente, excelente último trabajo del legendario Kiko Veneno, el artista mostró cierto desacuerdo con el modelo de negocio musical, por la ausencia de respeto al trabajo de los artistas; y también, en parte, por los derroteros por los que discurre la cultura en este país. Como reflexionó sin exabruptos, la cosa no tuvo más repercusión que la propia de los medios en los que salió, pero si se tiene en cuenta la talla artística de Kiko Veneno, habría que tomar apuntes para aprender de sus pensamientos.

Porque el catalán (nació en Figueras, Girona), siempre afincado en Andalucía, supera en talento a su propia trayectoria, que ha sido un periplo musical en el que la emergencia, la experimentación y la aportación genial lo sitúan en un top ten imaginario de la música popular en España. En su web no hay biografía, pero sí discografía. Varias pinceladas: Veneno (1977); Seré mecánico por ti (1981); Échate un cantecito (1992); Está muy bien eso del cariño (1995); Puro Veneno (1998); El hombre invisible (2005); Dice la gente (2010). Resultado: la vida de Kiko Veneno. Por cierto, un sabio de la música con las orejas bien abiertas. Y un gran disco como novedad.

Yo no soy quien para poner las cosas en su sitio. Pero tenemos una profesión que es material sensible. Si miras la música de los 70 y los 80, ahora se ha perdido ese impacto. No hay que ser negativos, pero es algo que está ahí.

Las cosas comerciales las hacen los que puedan. El mundo de la música es muy transparente.

Los músicos lo que hacemos es trabajar. Necesitamos tener una vida normal?

A mí la crítica, aunque sea mala, me parece bien. Los críticos son como los árbitros de fútbol. Se pueden equivocar. Me preocupa lo que digan porque es mi trabajo. Ni soy intocable ni tengo tanto dinero como para que me dé igual.

Galicia me gusta mucho. Su gente, que es muy buen público, la tierra, el paisaje, aunque hay demasiado eucalipto. También la comida. Ya tengo en Vigo mi sitio reservado para comer mi pescado y esas cositas de la mar? En el concierto también tocamos las canciones del último disco, y tenemos una sensación muy bonita porque el disco se deja oír desde el primer momento.

En cuanto al público, nos parece bueno en todos los lados. Y se trata de satisfacerlos. Lo de tocar en Madrid es por la resonancia que tiene. Hay más programadores? Pero cantamos para el público y para la gente.

Tengo un gusto asentado, pero hay cosas nuevas que me gustan, como el rock disonante que hacen algunos grupos, al estilo de Smashing Pumpkins. Estoy atento también a las novedades o a cosas del brit pop, como Artic Monkeys. No me voy a poner a hacer eso ahora, pero sí me interesan los grupos que recogen el legado de los antiguos y tienen chispa.

La música africana ha sido muy importante para mí en estos tiempos. No escucho tanto pero sigo al pie del cañón. Y me gustan, por ejemplo, Triángulo de Amor Bizarro, Delafé y las Flores Azules, Los Planetas?

Es una alegría que te reconozcan. Y supongo que a ellos también les hace ilusión que los sigamos.

Hombre, para mí la Medalla de Oro de las Bellas Artes fue algo bonito.

Intento vivir el presente. Los músicos tenemos una forma de ver la vida que es un poco como una huida hacia adelante.

Tres genios. Totalmente.

En cante estamos más huérfanos. Están Duquende, o la Tremendita. El baile está dando grandes nombres como Isabel Bayón.