La repostería conventual gana terreno entre los turistas y los compostelanos
20 ago 2010 . Actualizado a las 10:59 h.Los productos artesanales que elaboran las religiosas de los conventos de Santiago son cada vez más cotizados por los ciudadanos y los turistas que quieren disfrutar de los manjares más dulces.
En el convento de San Paio de Antealtares, en la praza da Quintana, las monjas benedictinas son expertas en la elaboración de una repostería de alta calidad. Sus tartas de Santiago son famosas en buena parte de España e incluso la Casa Real adquiere aquí este producto típico de Santiago. Estas tartas están elaboradas con los ingredientes de mayor calidad y su precio es de 10,50 euros la pequeña y 17,50 la grande. Además de esta exquisitez también hacen pastas de té al estilo clásico y a las que a veces añaden chocolate o alguna fruta escarchada, pero siempre combinándolos con un sabor intenso y un tacto crujiente. El precio de la caja de medio kilo es de 5,50 euros, y cada caja es única ya que todo el proceso de elaboración y empaquetado es artesanal. Los almendrados también ocupan un sitio en la cocina del convento y por 10 euros la caja grande o 5 la pequeña podemos disfrutar de la mejor almendra en estado puro.
Pero estas monjas no son las únicas que realizan con esmero la mejor pastelería, las hermanas del convento de Belvís elaboran también tartas a 14 euros, almendrados a 8 euros y pastas a 6,50 el medio kilo. Distribuyen los productos a través de un torno, puesto que es un monasterio de clausura, y aunque este año acude más gente que de costumbre, el emplazamiento en lo alto de Belvís hace que muchos turistas desconozcan el camino.
Aunque la repostería destaca por encima de todo, también hay sitio para lo salado y ese es el caso de las hermanas del convento del Carmen, que realizan un trabajo comunitario para la elaboración de las formas de la eucaristía que luego distribuyen a varias parroquias de Galicia y de España. La catedral también se abastece gracias al trabajo de estas religiosas que aseguran que «este año se nota mucho la mayor afluencia de peregrinos que comulgan porque hay más demanda».
En la tienda As Monxas Delicatessen situada en la rúa Xelmírez se pueden encontrar muchos de estos productos monacales y otros de elaboración propia, como las tartas de Santiago con la receta de la bisabuela de la dueña, María Virtudes, que también era monja.