Socorro no entró en los hogares

SANTIAGO

El grado de conocimiento de la portavoz del BNG está aún lejos de lo idóneo pese a ser el rostro del gobierno municipal

14 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Socorro García tomó las riendas de la vicealcaldía a finales de mayo del 2008, un año después de los comicios. Por aquel entonces, rezaba «Lúa do Vilar» que la imagen de la primera tenienta de alcalde «es bastante desconocida para el gran público. La marcha de Néstor Rego le ha regalado tres años para ponerse a tono en la calle como cabeza del BNG compostelano. Mucho habrá de bregar para que su rostro le sea familiar a la extensa parroquia compostelana».

Una receta a base de «calle, actos públicos, comparecencias de portavoz, fotografías, ondas, TV y viñetas de Abraldes» era el arsenal que le convendría a Socorro para familiarizar su cara, su cargo y su nombre. Y proseguía: «El primer Barómetro de La Voz que llegue el público compostelano en la nueva etapa post-Rego indicará donde está el listón del conocimiento de Socorro García» (8-junio-2008).

Ese Barómetro llegó y habló. Grado de conocimiento de Socorro García Conde: 53,5%. Una cifra demasiado humildona para quien se sienta, en funciones, en el primer sillón de la ciudad. El «mucho habrá de bregar» es rescatable, pero ya se han quemado más etapas y queda solo un año de mandato. Un 53%, al lado de un 89% (Conde Roa) o de un 98% (Sánchez Bugallo) indica que Socorro García llama débilmente con los nudillos a la puerta de los hogares compostelanos mientras los demás irrumpen con audacia.

Si llama la atención el dato de la tenienta de alcalde es porque al inicio del mandato una de las exigencias del BNG reflejadas en el pacto de gobierno es la disposición de medios para amplificar su mensaje, entre ellos la portavocía del grupo de gobierno. No son pocos los que piensan que esos dispositivos políticos tendrían que elevar el grado de conocimiento de alguien que hace las veces de alcalde y siempre de portavoz. Y el portavoz es la cara del gobierno.

Pese a ello, la nota que el Barómetro le da a Socorro García es, pese a no alcanzar el aprobado, superior a la del líder de la oposición, Gerardo Conde. Hay disociados un puertas afuera y un puertas adentro. La tenienta de alcalde posee una innegable capacidad política, y así lo expresan socios y correligionarios. También aporta claridad expositiva y una notable agenda cultural, pese a que la cultura exhibe un envoltorio que a menudo induce a la confusión. Hace poco un redactor de Radio Voz, tras interrogar a Socorro sobre una serie de cuestiones candentes, señaló: «Bueno, agora deixemos a política e pasemos á cultura». Ella le cortó en el acto: «A cultura tamén é política. Eu fago política cultural». Socorro no figura en el elenco técnico.

Gran mérito de la edila es también que el bipartito cuaje en la valoración ciudadana. Pero la personalidad de Sánchez Bugallo deslumbra y ofusca, no deja ver al que tiene al lado. Se ha saltado indemne el pastor eléctrico que le separaba de la política de sus socios y conserva una popularidad que le convierte, en el decir del Barómetro, en uno de los tres alcaldes gallegos mejor valorados. Y eso que las obras llenan la ciudad de bilis, aunque también delatan actividad, muy molesta, pero actividad. Y que el escenario de la economía es lacrimógeno.

Esto es, Bugallo está saltando también la alambrada de la crisis ante la mirada atónita de propios y extraños, lo cual le da a entender al PP que el enemigo no es nada fácil de batir, ni siquiera con una política agresiva y la continuada zapa del rival. Es posible, incluso, que esa agresividad actúe de bumerán y justifique la baja calificación que obtuvo en el Barómetro de Sondaxe. Lo cierto es que estar en la oposición quema. Y si no échenle un vistazo a las valoraciones de quienes se ven obligados, en los grandes concellos, a ver los toros desde la barrera y con tentación de lanzar almohadillas.

Lo que ha puesto en evidencia el Barómetro de este periódico es que queda un año de sudores para todos. Para unos más que para otros.

Las obras (que por cierto se las reparten PSOE y BNG) van a estar acabadas antes de las eleeciones.