La praza Roxa se convirtió en sede del ciclismo con una tarde de ocio

La Voz

SANTIAGO

23 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Para completar la jornada sin coche, la praza Roxa se llenó ayer de bicicletas para animar a todo el mundo a decidirse por una «ciudad más limpia».

Por ello, a partir de las 16.30 horas, se montó en la plaza una yincana para que los más pequeños la hiciesen a bordo de un biciclo. Todos los chavales entre 4 y 14 años que se acercasen, podrían hacer frente a un circuito de habilidad, apoyados siempre por un voluntario. Incluso los más deportistas, intentaban meter goles con la rueda delantera de su bici.

Además, había dos estands con información. Uno se convirtió por unas horas en un taller de energía, donde los organizadores intentaban demostrar como con solo el pedaleo de una bicicleta, pueden accionarse distintos elementos eléctricos. El segundo de los puestos ofrecía información acerca de Combici, el programa municipal que ofrece el uso de bicicletas públicas y ayer permitía una hora gratuita.

Sin embargo, el momento cumbre de la jornada fue la llegada a la plaza de los ciclistas Óscar Pereiro y David Blanco y del triatleta Iván Raña.