La actriz madrileña, que a sus 39 años dice tener «la cabeza en su sitio», reconoce que en 25 de carrera ha hecho «muchas barbaridades». «Antonio Resines y yo hemos hecho de todo y siempre salimos bien parados, como, por ejemplo, cuando presenté Verano de estrellas para la tele con José Luis Moreno y Trueba me fue a buscar a A Toxa para llevarme a rodar [ Belle époque ] a Portugal».
Acaba de regresar al teatro con la obra Un dios salvaje , una comedia de Yazmina Reza dirigida por Tamzin Townsend y en la que comparte cartel con Aitana Sánchez-Gijón, Pere Ponce y Antonio Moler. La obra estará en el Teatro Alcázar de Madrid hasta febrero, para representarse después en Barcelona.
A la espera de si la Academia de Cine de Hollywood elige finalmente Los girasoles ciegos , de José Luis Cuerda, para competir por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, Maribel cree que «estar ahí es suficiente, es muy difícil salir elegido entre 95 países».